umbra ➵ shiita

XIV

Perspectiva y venganza

La mirada de Orochimaru se fijó en Itachi quien hablaba tranquilamente con Shisui no muy lejos de donde se encontraban. Caminó hacia a ellos y al sentir la mirada de Itachi, solo quedó a poca distancia de ellos mientras que Shisui le sonreía como era típico de él y haciendo que Orochimaru quedara un tanto confundido al no encontrar razón alguna para sonreírle.

—Anda, ¿aún estás molesto por lo de aquella vez? —dijo burlándose y despertando en Shisui curiosidad. —Ya me disculpé.

—¿Qué es lo que quieres?

—Uhm, bueno, parece que eres muy cercano al nuevo miembro y me dio un poco de envidia. —era obvio que no era aquello, en su mirada se notaba que se trataba de algo más pero no hablaría.

—No hay nada de malo con que pase tiempo con mi pareja, ¿no es verdad? —preguntó Shisui, la mirada de Itachi se posó en él estando aún serio, pero Orochimaru río levemente.

—Claro que no, pero esa palabra se puede malinterpretar por aquí y no les conviene seguir con su teatro. Hay quienes tienen la vista en ustedes.

Itachi se tensó en su lugar, pero esa radiante sonrisa de Shisui se mantenía, le parecía extraño aquello ya que por lo general él buscaría la manera de desviar aquello. Las palabras de Orochimaru eran claras: estaban en la mira. El problema era saber de quien se trataba y tampoco Orochimaru sería tan descuidado como para mencionar que él también los observaba. Orochimaru se fue como si nada y dejó el escondite para no volver a verse en un largo tiempo luego de quitarle el bijuu a Roshi.

—¿Qué pasó? —rompió el silencio Shisui caminando a su lado.

—Quiso quitarme el mangekyou, pero no lo logró.

—No lo creo —habló enseguida. —No quiso hacerlo. Es uno de los tres legendarios sannin de la aldea, puede que sea fuerte, pero posee más trucos de lo que un poder ocultar tiene.

—¿Cuál es tu teoría?

—Traición.

—¿Trabajando solo? No es normal que haya sido tan obvio.

—Dudo que esté solo y la idea de que tal vez esté en Akatsuki es que está por interés y no por seguir el ideal del líder. Justo como nosotros, Itachi —hizo énfasis en eso último. —Sin embargo, algo no anda bien.

—Sea lo que sea, necesitamos estar alerta.

Kiyomi estaba afuera recolectando algunas frutas para preparar el desayuno cuando la pequeña mano de Sasuke a tomó de su ropa. Ella se movió para verlo y le sonrió dulcemente al verlo adormilado, le acarició el cabello y le pidió esperar un poco en lo que veía que podía cocinarle al pequeño pese a las limitaciones del refugio, pero estar tanto tiempo fuera de la aldea había desarrollado habilidades de sobrevivencia excepcionales.

Sasuke se sentó cruzando sus pies en el suelo mientras mirada el desayuno. Su mirada era triste pero ya no era ninguna novedad hasta ese punto ya que desde que Shisui se fue, solo estaban ellos dos solos. Kiyomi era consciente de eso e intentaba contarle sus experiencias para animarlo, pero no era lo mismo.

—Sasuke, tienes que comer. A Itachi no le gustaría verte así, ¿o sí? —la mirada de Sasuke cambió, tal vez hablarle de Itachi era lo mejor ya que era mucho más cercano a él. —Anda, algún día serás como Itachi o incluso mejor.

—No podría —negó levemente, miro a su hermana mayor y sonrió mostrando sus pequeños dientes. —, el único superior a mi hermano es Shisui-san, pero yo jamás superaré a mi hermano.

Ella sonrió, al parecer el ideal de Sasuke era ayudar a Itachi y no podía estar más feliz porque a pesar de ser solo un año menor a Itachi, también quería superarlo algún día, pero las cosas tomaron un rumbo distinto al tener que irse mucho tiempo y no logró pasar el tiempo con Sasuke como le hubiese gustado en realidad.

—Seguro que serás alguien muy fuerte y capaz de lograr tus objetivos, pequeño.

El pequeño asintió, pero esa sonrisa se había desvanecido en un instante. Su mirada era diferente, Kiyomi se sorprendió por ello y antes de que pudiese decir alguna cosa fue cuando Sasuke bajó su cabeza a mirar su desayuno.

—Si es así, quiero que Itachi y Shisui-san regresen con nosotros. Pero cuando sea fuerte solo voy a tener un solo objetivo.

—¿Cuál? —escapó la pregunta casi enseguida de su boca.

—Venganza. —Kiyomi se quedó en silencio, tratando de comprender las palabras de su pequeño hermano.

—¿Venganza? Sasuke, ¿qué piensas?

—La aldea le hizo daño a Shisui-san, a ti y a mi hermano mayor... —susurró a punto de llorar. —Quiero que la aldea vea el dolor que nos causa...

—Sasuke... —se acercó a él y lo abrazó. Odiaba el hecho de que su hermano pensara tal cosa como la venganza siendo tan pequeño, pero también sabía que no era tonto, entendía la situación y el que haya sido capaz de tomar esa determinación era increíble. Sin embargo, no era correcto y hacerle cambiar de opinión seria complicado cuando tenía razón.

Tal vez simplemente Sasuke necesitaba ser guiado y por mucho que odiara pensar en el hecho de entrenar a Sasuke; era la opción más viable para ayudar ya que después de perder su ojo contra Danzo, no había duda alguna que regresaría por el otro y por Sasuke.