3- Resaca con sanguchitos

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Daniel

Voltee disimuladamente mi cabeza para verla a Maga en el asiento a mi lado, era linda hasta cuando estaba hecha una fisura.

-La pasaste piola?- Pregunté sin quitar mi mirada del frente, pude ver de reojo que clavó su mirada en mi.

-Si, bastante- Afirmó.- Vos que onda? Te aburriste toda la noche?

Asentí mientras hacia una mueca y aproveché el semaforo en rojo para verla bien, ya su labial ni se veia, sus pelos estaban despeinados y sus ojitos chinitos.

-Que drogona- Agregué soltando una risa por sus ojos rojos y chinos.

-Tenía que aprovechar- Reímos.

Nos quedamos en silencio un rato mas y despues de un rato ella habló nuevamente.

-Hablamos mas en un dia que en todo un año, sorprendente.

Solté un suspiro y pude sentir su mirada en mi nuevamente, sabía que iba a sacar el tema de el por qué me alejé.

-¿Que te pasó, dani?- Preguntó algo melancolica.

-Nada magui, que me va a pasar- Contesté mirando al frente.- Crecí, que se yo.

-Mal ahí- Soltó dejando de mirarme.- Te queríamos mucho con Val.

-Y si me quiere Val todavia.

-Si pero yo no.

La miré algo dolido, tampoco era para tanto, si me seguia viendo siempre.

-Llegamos- Dije y estacione el auto.

Bajé rapidamente y entré a casa, queriendo volver a dormir. Ese comentario de Maga me la había re bajado.

Una vez en la puerta de mi pieza pude ver como a Magui se le dificultaba caminar por la oscuridad y el pedo que tenía.

-Veni maga, tenes un pedo para veinte- Susurré acercandome a ella y agarrandola de la cintura para guiarla.

-Gracias- Sonrió levemente y abrió la puerta de su pieza, o bueno, de mi hermana.

Iba a entrar a mi pieza esta vez pero volvió a interrumpirme.

-Dani- Me frenó y di la vuelta para mirarla.- Me gusta como estas ahora, no la cagues de nuevo.

Se dió media vuelta y me dejó pensando en muchas cosas.

¿Asi que le gustó mi nuevo yo?

(...)

Magalí

Desperté gracias a los miles de mensajes que estaban llegando a mi celular. Miré la hora y eran las 2 de la tarde.

Por suerte en esta casa eran de comer tarde, así que no iba a perderme el almuerzo.

Respondí algunos de los mensajes de Val acusándole que estaba viva y que venga a su casa, después salí de la pieza acomodandome un poco los pelos.

Fui directo al living y estaba vacío, que raro. Caminé hasta la cocina y ahí estaba dani peleando contra unas fetas de queso que no se despegaban.

-La concha de mi madre- Soltó bajito y reí.- Ay boluda me asustaste!

-Perdon perdon- Reí nuevamente.- Te ayudo?

Asintió y me hizo un espacio, me acerqué a la mesada y rapidamente separé las fetas de queso. Lo miré haciendome la agrandada y rodó los ojos.

-Y si con las terribles garras que te haces todos los meses como no vas a poder- Dijo algo indignado.- Estaba haciendo sanguchitos para los dos, mis papás se fueron temprano.

Sonreí y asentí, acercandome a la heladera para tomar un poco de jugo.

-Que linda tanguita de pastelitos- Rió dani.

Enrojeci rapidamente y me subí mas el pantalón, y si, era un pantalon que me quedaba enorme, como no se me iba a caer.

Sentí las manos del morocho rodearme desde atras, su aliento rozó contra mi cuello logrando erizarme.

-Igual yo te doy con cualquier cosa que tengas puesta.

𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒊𝒕𝒂; 𝒅𝒂𝒏𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora