Nueva York en finales de 1800, cuando las carretas pasaban de un lado a otro y los edificios alzados daban una vista singular al paisaje urbano. Esa misma gran ciudad donde abarcaban muchos allegados del antiguo continente, era el hogar del matrimonio Potter, de la bella y fuerte mujer Judith Potter, Adams de soltera y Edrick Potter, un apuesto y caballeroso hombre británico.
Judith era parte de la asociación femenina en la ciudad y asistió a una de las Conferencias de Séneca Falls, cuya primera fue en el 48 convocada por Elizabeth Cady Stanton, para reclamar por los derechos de las mujeres y actualmente la rubia mujer era parte del movimiento para que pudiese tener una igualdad de género, no solo por ella si no también por la pequeña primera bebé que había nacido tan solo dos meses atrás.
Los Potter eran gente adinerada, no por nada tenían las más grandes empresas de papel e inversiones en todo Londres, financiaba futuros proyectos que llevaban al mundo a una modernidad, además que su sub empresa contaba con las mejores imprentas distribuidas internacionalmente y actualmente extendidas en Estados Unidos y pasando fronteras con Canadá, Edrick había entrado en el mundo de las finanzas, acciones e inversiones desde su juventud, tras la muerte de su padre, vio como su madre los sacó a él y a su hermano menor adelante a pesar de las voces terceras que decían que debía tener a un esposo para llevar a la familia como tal y aun así, ella lo logró para así llegar a ser tan grandes como quisieran; Edrick pensó más a futuro, en dar inversiones atrevidas en las ciudades más pobladas y luego de comprar tierras y construir un gran edificio, había establecido el imperio de la familia en suelo estadounidense, incluso invirtiendo en los periódicos neoyorquinos.
En un baile al que fue invitado por los mayores inversionistas de la ciudad de Manhathan, fue cuando conoció a su amada Judith, con un cabello semirecogido, un traje extravagante como para el que se solía ver en los bailes y una resplandeciente sonrisa que dejó a sus ojos plantados en ella.
Cuando supo la vida de la joven, el como fue hasta Italia para poder estudiar en la universidad de Bologna la carrera de derecho, el hombre ya parecía fascinado con Judith. Tan perspicaz y con ganas de reinventar Su mundo.
Su historia se hizo pasar, Edrick y Judith contrajeron nupcias a finales del siguiente año, no sin antes que Edrick viajase por su cuenta al pueblo en las islas en el que habitaba antes su amada, Avonlea.
Era joven, empresario y un empedernido enamorado, que viajó por dos días en tren y barco para llegar a las islas Príncipe Edward solo para pedir la mano a los padres de Judith.
Claro, cuando la rubia se enteró primero lo reprendió. Alegando que no necesitaba el permiso de nadie mas que de ella misma para casarse y luego lo besó, aceptando felizmente ser su esposa. Eran compañeros que se apoyaban el uno al otro y con eso pensaban que seria suficiente.
La boda se llevó a cabo en Nueva York, los padres de Judith habían salido de Avonlea para verla en su día de bodas. El hermano y la madre de Edrick llegaron desde Londres para la misma situación.
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𝔗𝔥𝔢 𝔏𝔞𝔨𝔢𝔰 [𝐴.𝑊.𝐴.𝐸]
Fanficᴛᴏᴅᴏꜱ ᴛᴇɴᴇᴍᴏꜱ ʟᴀ ᴄᴀᴩᴀᴄɪᴅᴀᴅ ᴅᴇ ᴄʀᴇᴀʀ, ꜱᴏᴍᴏꜱ ᴩᴇᴄᴜʟɪᴀʀᴇꜱ ᴀᴜɴqᴜᴇ ɴᴏ ʟᴏ ꜱᴇᴩᴀᴍᴏꜱ. ᴩᴏᴅᴇᴍᴏꜱ ꜱᴇʀ ɴᴀᴅᴀ y ᴀ ʟᴀ ᴠᴇᴢ ᴛᴏᴅᴏ, ᴀʟ ᴍᴇɴᴏꜱ, ᴀꜱí ꜱᴇ ꜱᴇɴᴛɪᴀ ɢɪʟʙᴇʀᴛ ʙʟyᴛʜᴇ ᴀʟ ʟᴀᴅᴏ ᴅᴇ ʀᴏꜱᴇᴍᴀʀy, ʟᴀ ᴄᴜʀɪᴏꜱᴀ ᴄᴀᴩᴇʀᴜᴄɪᴛᴀ ʀᴏᴊᴀ.