━❰La nieve es un presagio de doble cara❱━

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- ¿qué le parece hasta ahora, John?- preguntó Rose bajando el libro

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- ¿qué le parece hasta ahora, John?- preguntó Rose bajando el libro.

Todo Avonlea estaba teñido de blanco otra vez, la capa de Rosemary volvía a sobresalir entre el paisaje y ahora que Winter estaba creciendo, ella se la llevaba al bosque, dejándola jugar sobre las frías almohadas blancas que cubrían la tierra.

Rosemary ya iba un poco más allá de la mitad de Dorian Gray, últimamente John le habia dicho que debían tener más prisa en acabarlo y mas por temor que por desentendimiento, la joven rubia no preguntó un porqué

- en cualquier momento, créeme, el lo deshará todo, es un profundo narcisismo y egoísmo quedarse así por siempre, más por la situación que lo rodea. La soledad será su pierde.

- no te adelantes, John- dijo ella riendo, alzó el libro y continuo leyendo- al terminar se sentía exhausto casi enfermo, y después de quemar pastillas de argel en un pebetero de cobre, se refrescó las manos y la frente con vinagre almizclado. De pronto, se estremeció, sus ojos brillaban de un modo extraño y se mordía nerviosamente el labio inferior entre dos de los balcones lucía un gran...

Gilbert entró con cuidado, sin distraer a Rosemary con su presencia para que siguiera contando el libro con la misma dedicación que siempre, él venía a avisar que la sopa ya estaba casi hecha y preguntar a su padre si quería o no la pizca de ajo en su comida, pero al entrar solo se quedo mirando a la chica, escuchándola leer el libro.

Y luego su padre tosió, llamando la atención de ambos.

- toma, papá- Gilbert le extendió un trapo, así el hombre seguía tosiendo tapándose la boca- ¿ya paso?.

- si hijo, gracias.

- yo que usted tomaría la pizca de ajo de siempre- dijo Rosemary, en un intento de aligerar el momento.

- creo que hoy serán dos- respondió el hombre cansadamente.

- ya oíste, gran chef Gilbert.

- espero esta vez no quemes la carne- dijo su papá, el chico arrugó la nariz.

- solo fue una vez y tenía siete, eso ya no cuenta- se quejó el mayor de los dos jóvenes, miró a Rosie, sentada en el mismo lugar que siempre con una sonrisa grande que parecía contagiarlo- ¿quieres algo de comer?, creo que sobrará un poco o si no...

- no, para nada. Yo creo que ya debo ir a casa- tomó su reloj y vio la hora, aun era buen tiempo para salir- mañana seguimos, John.

- debes de terminar ese libro lo antes posible, por favor que no me dejes en la intriga.

- para nada, John Blythe- ambos rieron, Gilbert los miró confundidos.

- ¿ya tienen sus códigos secretos o algo parecido?.

- no puede ser que no entiendas la referencia, Gilbert- expusó con sorpresa la mas joven- que gran decepción y se supone que ya lo leíste.

Ella se levantó, saliendo junto a Gilbert de la habitación para colocarse su capa roja, se acomodó el tirante de su abrigado pantalón y agarró el estuche del violin.

𝔗𝔥𝔢 𝔏𝔞𝔨𝔢𝔰 [𝐴.𝑊.𝐴.𝐸]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora