⊰᯽⊱La estación de la fría danza⊰᯽⊱

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—Si bien, se trata de oro, no creo que sea lo que más le importe a Gilbert

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—Si bien, se trata de oro, no creo que sea lo que más le importe a Gilbert.

—¡Es una gran oportunidad para el!

—Pero el dinero no es su mayor importancia ahora, Ruby —se quejó Rosemary.

Diana, Ruby y Rosie, junto a Isak y Jona, habían huido a la casa club tan pronto la campana fue tocada. Ruby -al gran pesar de Rosie- seguía insistente en que, si Rosie enviaba la carta, Gilbert no dudaría en volver.

—Gilbert te da voz de razón, Rosie —dijo Ruby, con una suplicante voz aguda—. Nadie más, bueno, tal vez Isak...

—Es un cabeza dura, lo he tenido que llevar arrastrando en muchas ocasiones —decía el mencionado, sin despegar su mirada del poemario.

—¡Ves! Seguro que te hace caso y vuelve, tal vez la aventura es su nueva pasión, pero el oro también implica una, ¿no? —Ruby giró hacia Diana, esperando por su aprobación.

La pelinegra solo asintió, no muy convencida.

—Pero si no vuelve, Ruby —habló Jona, interfiriendo—, no culpes a Rosie, hará su mejor intento y sí Gilbert decide que está mejor donde sea que esté...pues, ha de tener sus razones.

Rosie afirmó enseguida.

—¿Te parece un trato bastante justo, Ruby?

La pequeña rubia bufó, pero al final de su ligera decepción, tuvo que aceptarlo.

—Acabo de sobrevivir a una experiencia aterradora —escucharon en la entrada. Rosie saltó ante la sorpresa, pero al encontrar a Anne, sonrió con exquisitez—. Creo que cayó una maldición terrible sobre Avonlea.

—Anne, Billy Andrews existe aquí desde hace años, al igual que el consejo del pueblo —murmuró Isak, al fin alzando la mirada.

Rosie y Jona apenas aguantaron sus risas, Ruby rio temerosa, mientras que a Diana no le hacía mucha gracia.

—No eso, Isak —se quejó la pelirroja, sentándose en el circulo—. Esta pernea cada rincón y escondrijo, cada árbol y cada flor. Los espíritus están inquietos. Podía jurar que en arrollo había una señora fantasmal vestida de blanco.

—¿Qué quería? —preguntó una asustada Ruby.

—¡A nosotras!

Ruby gimoteaba del miedo.

—El trabajo de sombras en un área incompleta para todos ustedes —dijo Rosie, sonriendo con malicia para luego cambiar a una buena expresión juzgadora—. Casi todos aquí son seres incomprensibles sobre la razón del mundo espiritual, del real estoy hablando, es verdaderamente lógico que Anne se tope con figuras doble intencionadas en su pasar.

—Eso es como para morirse del miedo —dijo Anne, tomando de las manos a Rosie, las dos voltearon a ver a sus amigos —¿no creen?

—No... no es real, Ruby —trato de decir Diana, pero su suave rostro se arrugaba ante la sensación del terror calando en ella—. ¿verdad, chicas?

𝔗𝔥𝔢 𝔏𝔞𝔨𝔢𝔰 [𝐴.𝑊.𝐴.𝐸]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora