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un año después.
─¡Yah, deja de holgazanear!─ Dijo Minnie, mientras golpeaba con los nudillos a los hombres que estaban durmiendo, ellos asintieron con la cabeza y se enderezaron, montando guardia.
─No sabemos cuándo habrá una brecha en las puertas, y ustedes están aquí ya que son las primeras líneas de defensa, les guste o no. ¿Comprendido?─ dijo Minnie, agarrando su bate de béisbol, los hombres asintieron con la cabeza.
─Siendo estrictas ahora, ¿verdad?─ Lisa comentó, riendo mientras ponía una mano sobre los hombres que se pusieron rígidos, la tailandesa mandó la empuñadura de su katana a los estómagos de los hombres, enviándolos al suelo, algo le dice a Minnie que están acostumbrados a ese castigo de Lisa.
─Eres incluso más estricta que yo, Manobal─. Minnie soltó arrastrándola lejos de las puertas.
─Entonces… ha pasado un año desde que ustedes llegaron aquí por primera vez. Para ser honesta, esperaba que te escabulleras después de unos días o una semana, pero te quedaste.
─A Soyeon le está yendo muy bien en su trabajo aquí, así que incluso si notara algo mal, no nos dejarían irnos y no saldría de este lugar sin mi hermana y las demás.
Lisa asintió mientras se ajustaba la ropa, frunciendo los labios, como si pensara en algo.
─En el peor de los casos... ¿me dejarías ir contigo?
─¿Qué pasa con Jisoo? ¿No considerarías venir con ella?
Lisa miró hacia el suelo.
─Estoy segura de que Warren podría protegerla tanto como yo, Minnie.
la menor asintió.
─Ha pasado un año, ¿verdad? Tengo la extraña sensación de que algo malo sucederá en cualquier momento o cualquier día, ha sido demasiado pacífico. Ni siquiera nos encontramos con otros rebeldes cada vez que salimos, desde ese momento en que matamos a esos grupos de personas que se alojaban en el centro de convenciones.
las dos caminaron hacia el cuartel general de los Peregrinos que ayudaron a construir, sin encontrar a Jiu por ninguna parte.
─¡Encuentrelo!─ un grito rompió el silencio, Minnie abrió mucho los ojos, notando la conmoción de las patrullas mientras corrían, ambas acercándose a uno que asintió con la cabeza, aparentemente distraído y angustiado, mirando a su alrededor.
─¿Qué sucedió?─ preguntó Lisa, agarrando su katana.
el hombre suspiró rascándose la nuca con nerviosismo.
