Capitulo 8.

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Capitulo 8: Reencuentro

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Capitulo 8: Reencuentro.

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La fiesta había comenzado. Anastasia se encontraba de pie hablando con Sandy, la novia de Jackson. Se había puesto feliz al saber que hay alguien que hace feliz a su mejor amigo.

Mientras que Chris se encontraba sentado en una de las mesas al lado de su esposa, Lisa. Se había quedado ido mirando a la nada, mientras que la rubia teñida se encontraba hablando con uno de los socios de Evans.

Evans salió de su trance y comenzó a analizar el lugar. Corrió su mirada por todo el salón, la música resonaba en todo el lugar y habían muchas personas bailando en la pista de baile.

Analizaba a cada persona. Veía a algunas personas tomando, a otras bailando y a otras simplemente platicando. Hasta que su mirada se clavó en una mujer. Esa mujer estaba de espalda, su cabello rubio caía por su espalda, mientras que reía con un hombre que estaba enfrente de ella.

Hasta que esa mujer volteó. Ahí fue donde su mundo paro, un hormigueo se hizo presente en su estómago. Abrió y cerró sus ojos varias veces pensando que era su imaginación. Pero no, Anastasia Palmer, la mujer que ama estaba ahí.

Bajo su mirada y se encontró con aquella niña que negó hace cinco años. Una pequeña de tez blanca, ojos azules y grandes como los de él y su cabello rubio lacio. Aquella niña era como verlo a él, ella era su versión femenina. Era una niña risueña.

Perfecta. Pensó él.

La ahora rubia le dijo algo en el oído al hombre que la acompañaba. Sintió como los celos se apoderó de su cuerpo. Miro como su propia hija buscaba los brazos de aquel hombre, ese hombre sin dudarlo la cargó.

Anastasia empezó a caminar mientras una sonrisa adornaba su rostro. Aquella sonrisa se esfumó, ella paro en seco. Lo había visto. Lo que menos quería era volver a verlo. Hicieron contacto visual, fuera como si en sus ojos podía ver todo lo que paso entre ellos.

Él se puso de pie, mientras que ella se quedó ahí parada, estaba estupefacta. Hasta que reaccionó al darse cuenta de que aquel hombre se dirigía a ella. Negó repetidas veces y salió corriendo de ahí.

Ella salió del salón y corrió hacia el baño. Al estar adentro trato de normalizar su respiración. No podía creerlo, después de cinco años volvió a verlo. Cinco años sin él. Alzó su mirada y miro su reflejo en el espejo, pero una sombra apareció en su campo visual. Ella al instante volteó y volvieron a mirarse.

Tenía dos opciones; decirle como se sentía por él o salir corriendo. Sin embargo, opto por la segunda.

Corrió hacía la puerta y al instante que tocó la manija de la puerta, Chris la tomó de la cintura y la aferró a su cuerpo. Sus respiraciones se unieron, ambos estaban agitados. El rubio cerró sus ojos al volver a sentir el calor de Anastasia. Ella los cerró igual, sus grandes brazos las rodeaban.

Él te hizo daño. Pensó ella.

― ¡No! ―gritó y se apartó de él bruscamente.

―Ana, no sabes cuánto espere este momento.

Ella no se aguantó las ganas de golpearlo. Y eso hizo, su mano impacto en la mejilla de Chris Evans.

― ¡Eres un cínico, Evans! ¿Crees que todo está perdonado? ¡Estás loco si piensas que así es!

―Yo...lo siento. ―confeso.

― ¿¡Lo sientes!? ¿Enserio ahora? ¡Ya es muy tarde!

―Entiéndelo, como tú dijiste, era un jodido inmaduro. Me di cuenta de que te amaba después que te perdí.

― ¿Amarme? ―río sarcásticamente―No te esfuerces en mentir, por favor.

―Mi vida es una miseria, y lo sabes. Todo era color azul, todo estaba lleno de tristezas. Te ví después de cinco años y fue como si la felicidad volviera a mí.

― ¿Por qué no superas todo lo que paso? Acepta que tú jodiste todo.

― ¡Lo jodí todo! ¡Lo acepto! Fui un hijo de puta al negar a mi hija, ¡a mi propia hija! Ella es perfecta, Anastasia.

―No digas eso. Esa niña nació sin un padre. Hice todo lo posible para darle una mejor vida, yo me esforcé en hacerla feliz. ¡Es mía!

― ¡También es mía! Soy su padre.

―No vengas a reclamar tu rol como padre.

―Ana, por favor, escúchame...

―Yo no puedo seguir aquí. ¡Te quiero lejos de mi vida y te quiero lejos de mi hija también! Aléjate, así como lo hiciste hace cinco años.

Giro sobre sus talones y camino de nuevo a la puerta. Él la miro salir por aquella puerta. No la iba a perder de nuevo.

Camino a paso rápido y volvió a tomarla de la cintura.

Y sus labios se unieron de nuevo...cinco años sin probar sus labios, cinco años sin sus caricias y calor. Chris la acorraló en la pared y tomó su rostro para profundizar el beso. Ella le siguió el beso, se había vuelto adictos a ellos, así como la primera vez que lo beso. Sintió como la mano de Evans bajo por su cintura lentamente. Ella no iba a caer de nuevo, puso ambas manos en el pecho de Evans y lo alejo de ella bruscamente.

― ¡No vuelvas a besarme!

―Me seguiste el beso... ―-él tocó la comisura de sus labios.

― Te quiero lejos de mi vida. ¡Déjame en paz!

THE SECRETS NEVER END ©; CHRIS EVANS [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora