Capitulo 14.

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Capitulo 14: Reencuentro padre e hija

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Capitulo 14: Reencuentro padre e hija.

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―Lo que escuchaste, Ana. ¿Puedo pasar? ―dijo―...por favor.

― ¿Acaso estás loco, Evans?

―Soy su padre, Anastasia. También tengo el derecho de estar con ella.

―Hace cinco años me dijiste que no querías tenerla, la negaste y nos dejaste. Me dejaste sola con una responsabilidad tan grande. ¿Qué te hizo cambiar de opinión, Christopher?

―Solo necesito verla...―confeso―. Y tienes razón, te deje sola con una bebe a cargo hace cinco años; pero eso ya paso, ahora estoy aquí.

― ¿Qué esta pasando aquí? ―Henry intervino.

Evans lo analizo de pies a cabeza. Su semblante estaba serio, Henry se dio cuenta de eso y lo fulmino con la mirada.

― ¿Puedes volver allá dentro? ¿Puedes?

―Claro, pero si pasa algo no dudes en llamarme. ―giro sobre sus talones y entro de nuevo a la casa.

― ¿Enserio el, Anastasia? ¿Enserio?

―Eso no es de tu incumbencia, Evans. Además, es mi vida después de todo.

― ¿Entonces me dejaras ver a nuestra hija o tengo que llamar a mi abogado?

― ¿Serias capaz de llevarme a tribunales para pelear por la custodia de nuestra hija? ―pregunto indignada.

― Si es necesario, lo hare. Ni siquiera me dejas acercarme a ella, y yo lo único que quiero es verla.

―Tu y tu modo de mierda, Christopher. ―bufo molesta, Evans forzó una sonrisa.

Anastasia negaba con su cabeza. Llevaba años esperando aquel reencuentro. Hace años esperaba que Evans volviera y también se hiciera cargo de su hija, pero esa idea se esfumo al pasar los años.

―Adelante...―se hizo a un lado para dejarle pasar.

―Gracias, Ana...enserio.

Anastasia cerro la puerta a sus espaldas y camino delante de Chris. Chris miro a su alrededor, nada habia cambiado. Aquella bola de pelos se alegro al verlo, Chris sonrió al verlo después de tantos años.

― Aun lo tienes...

― ¿Qué pensabas? ¿Qué iba a regalarlo? Pues no, después de todo le hace buena compañía a mi madre.

Ambos subieron los escalones. Chris estaba nervioso, y no sabia como controlar aquellos nervios.

¿Qué se supones que debo hacer? Pensó.

Al momento que Anastasia tomo la manija de la puerta de su habitación, un hormigueo se hizo presente en el estomago de Chris. La puerta se abrió lentamente dejando ver a una pequeña niña jugando con un par de muñecas. Kate al escuchar la puerta abrirse, corrió su mirada hacia la puerta. Su mirada se clavo en aquel hombre de ojos azules, alguien totalmente desconocido para ella.

Chris miro a Anastasia, y ella le hizo una seña dándole a entender que fuera donde su hija. Chris camino lentamente hacia aquella niña. Este se arrodillo al estar lo suficientemente cerca de su hija, el quedo hipnotizado con los grandes ojos azules que Kate poseía.

―Mamá, ¿Quién es el?

―Yo...yo soy tu padre. ―contesto el por Anastasia.

Los ojos de aquella niña brillaron al escuchar aquellas palabras salir de la boca de Chris. Lo que tanto habia ansiado en su vida, estaba pasando. Kate poso una de sus pequeñas manos en la cara de Chris.

― ¿Enserio eres tú?

―Si, estoy aquí, tu padre está contigo.

Kate se abalanzo hacia Chris para abrazarlo, con sus brazos rodeo el cuello de Chris y se aferró más a él. Mientras tanto Chris tomo el pequeño cuerpo de su hija y la abrazo aun mas fuerte. Anastasia limpio el par de lagrimas que cayeron de sus ojos. La reacción de su hija habia sido de lo más tierna. Chris se puso de pie aun con ella en sus brazos. Cuando el se dio la vuelta, Anastasia se percató que él también estaba llorando.

―Te he esperado tanto, papi. ―dijo Kate.

―No sabes cuanto lo siento, no debí dejarte. No debí dejarlas.

―No te pongas triste. ―contesto la pequeña.

―No estoy triste, nena. Estoy feliz, porque por fin te tengo.

Chris la bajo delicadamente, al momento que la bajo Kate tomo su mano al instante. Anastasia y Chris sonrieron ante aquella acción.

―Ana, yo quería saber si...si podía pasar mas tiempo con ella, quisiera ayudarte.

―No hay ningún problema en lo absoluto. Si eso hace feliz a Kate, está bien.

― ¿Puedo pasar con papi este día?

― Claro, no hay problema cariño.

― ¡Si! ―exclamo saltando de felicidad.

―Entonces...―Chris volvió a cargarla―... ¿Dónde quieres ir? Podemos ir al parque, al cine, donde tú quieras.

―Donde sea, no importa. ―contesto ella feliz.

THE SECRETS NEVER END ©; CHRIS EVANS [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora