THE SECRETS NEVER END ©; CHRIS EVANS [2]

Capitulo 10.

Capitulo 10: Consejo.

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― ¿Dónde estabas? ―pregunto Lisa con su semblante serio.

―Peter me llamo, el y yo tenemos cosas pendientes que resolver. ―mintió.

― ¿Nos vamos?

―Si, creo que ya es hora de irnos.

Ambos caminaron hacia la puerta y salieron del salón. Lisa tomo su mano, y fueron hacia el estacionamiento. Se subieron al auto y se fueron hacia su casa. Nadie dice nada, todo esta en silencio. Chris va perdido en sus pensamientos, mientras que Lisa va confundida por el raro comportamiento de su marido.

Pensó que era por todo el estrés del trabajo, ella quiere que el se tome un descanso, y pasar más tiempo con él. Desde que se casaron todo cambio, su luna de miel fue un desastre. Y desde que Anastasia Palmer apareció en sus vidas, el no la ha vuelto a tocar. Y ahora que ella se fue, quiere saber porque el aún no lo hace.

― ¿Por qué no me tocas? ―pregunto la rubia repentinamente.

― ¿Qué? ―contesto sin mirarla.

―Chris, ni siquiera tuvimos sexo en nuestra luna de miel. ¿Acaso...te doy asco?

―Sabes que no es así. ―espeto.

― ¿Entonces? ¿Por qué no lo haces?

―Lisa...basta de preguntas.

―Debe de haber una razón, Chris. Antes lo hacías, ¡Dios, no sabes cuanto extraño esos tiempos! ―exclamo―. Cuando éramos solo tu y yo...cuando esa mujer no habia aparecido en nuestras vidas.

―No la metas a ella en esto, Marie.

― ¿Por qué la sigues defendiendo? ¿Qué tiene ella que yo no?

― ¡Basta! ―alzo su voz―. Dejemos de discutir por una jodida vez en la vida.

(...)

―Mamá, ¿Quién era ese hombre? ―pregunto la pequeña Kate.

Anastasia miro al instante a Henry. Henry sabia quien era aquel hombre. Anastasia jamás le menciono a Kate quien era su verdadero padre, y mucho menos decirles que el la negó, y que por eso él no está con ellas.

―Nadie importante, pequeña. ―contesto.

― ¿Por qué te hablo?

―El era un viejo amigo de mamá, solo quería saludarla. ―Henry hablo.

―Gracias...―susurro ella.

La mirada de Anastasia volvió hacia la ventana. Hoy la suerte no habia estado de su lado; sabia que al regresar a Boston algo así iba a pasar. No podía olvidar aquellos ojos azules llenos de lágrimas. Estaba llorando por ella. El antes era un hombre frio, sin sentimientos, que solo pensaba en el sexo, eso era antes.

¿Qué pasa si todo empieza de nuevo? He cambiado, Ana. Dame una segunda oportunidad. Recordó aquellas palabras. Temía a volver a caer, tenía miedo a que la historia se repitiera. No quería creer en aquellas palabras, tiene miedo a salir herida de nuevo.

(...)

Chris toco la puerta de la casa de uno de sus amigos, Chris Hemsworth. En el único hombre que podía confiar, puesto que el sabe perfectamente por todo lo que el ha tenido que pasar. Lo conoce. Estudiaron juntos tanto en la escuela como en la Universidad.

El australiano abrió la puerta y recibió a su amigo con un gran abrazo. Hemsworth le invito a pasar; al estar adentro, ambos tomaron asiento en la sala.

―Te noto raro, ¿sucede algo?

―La volví a ver. ―dijo.

―Espera... ¿de quién hablas?

―Hablo de Anastasia Palmer, ¿la recuerdas? Te hable de ella muchas veces.

― ¿La chica castaña? ―Evans asintió―. Dime que ocurrió.

―Lisa me insistió en que fuéramos a la boda de uno de mis socios, no la culpo, si no hubiera insistido tanto no la hubiera encontrado. Hice todo para que me escuchara, pero ella simplemente no quiere hacerlo.

―Y tiene una muy buena razón para hacerlo. ―hablo―. ¿Acaso no recuerdas lo que le hiciste?

―Le pedí perdón, pero...ella me odia.

―Chris, se cuanto esa mujer significa para ti. Tu fuiste un maldito cabron en negar a tu hija. Como padre te digo que no hay nada mejor que un hijo.

―Era un estúpido antes, un inmaduro. Se que lo que hice estuvo mal, pero no estaba listo para ser papá.

―Lo sé, nadie lo está. Si no querías tener hijos, ambos tenían que cuidarse; no solo tú, también ella.

―Solo dime que necesito para recuperarla...ella significa todo para mí y la quiero de vuelta. Necesito tu ayuda.

―Lo único que debes hacer es demostrarle que cambiaste por ella, y que estas dispuesto a tomar tu rol como padre, que estas dispuesta a ayudarle a cuidar a tu hija. Demuéstrela que cambiaste. ―dijo―. Ese es el mejor consejo que te puedo dar.