Conway, Jack Conway

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Narrador OMNISCIENTE

Jaime esperó a que Amber terminara la llamada, y cuando por fin lo hizo, desactivó el altavoz y se giró, con una sonrisa muy bien disimulada, hacia el grupo de personas que había a sus espaldas.

—Ya sabéis qué toca ahora, chicos.

Cuatro personajes, altos y gruesos, con pasamontañas de un color azul oscuro sobre sus rostros, asintieron al unísono. Cuando ya se habían ido uno por uno de la sala, uno, sin embargo, permaneció ahí, sentado en las desgastadas sillas de madera. Se levantó y apoyó su mano en el hombro del chaval.

—Espero que tu plan funcione. Como suceda algo en la familia por tu culpa, ten clara la idea de que aquí serás tú el que sufra más.

El rubio se giró, apartando la vista del ordenador.

—Nadando —susurró Jaime, o mejor dicho, Sang, el apodo que utilizaba en la mafia—, todos tus planes no tenían ni pies ni cabeza; los compañeros a los que tú llamas "familia" están ahora en el vertedero pudriéndose hasta desaparecer por los planes de mierda que hicieron. No creo que el mío llegue a esas alturas, llevo años preparándome, y sé perfectamente lo que me hago.

Nadando no respondió, simplemente observó al sujeto que tenía delante suya. Un joven alto, atractivo, sincero, normal. Pero cualquiera que se parara a observarlo más de cerca; a los ojos, se daría cuenta de que el rubio ocultaba mucho más de lo que la apariencia podría llegar a hacerles pensar. Y Nadando lo sabía: Lo había visto crecer desde que era apenas un crío, lo había visto nacer, y lo había mantenido en sus brazos a los pocos días de que llegara al mundo. Conocía a sus verdaderos progenitores, porque fueron ellos mismos los que le pidieron que se hiciera cargo de él. De su futuro. De su vida. Y de Conway.

Sang tenía un destino en la vida, y era acabar con la vida del superintendente Conway, y por primera vez en años, Nadando sabía que su deseo podría llegar a hacerse realidad. Tan solo le hacía falta mirar al chico a los ojos para descubrir la ira, la inteligencia y a la vez demencia que portaba consigo mismo para saber que, dentro de poco, Conway sería hombre muerto.

Sang pareció leer los pensamientos de Nadando, y añadió.

—Descuida, Armando, lo será.

Armando asintió, y fue alejándose lentamente de la habitación, no sin antes girarse por última vez hacia Jaime, que jugaba ahora con la pistola que le regaló hace unos años.

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Jaime's POV

Me quedé mirando aquella pequeña pistola que Nadando me regaló por mi cumpleaños. Pude haberla observado durante muchas horas más hasta que mis tripas comenzaron a rugir, haciéndome saber que la noche ya había llegado. Eché una mirada a mi Rolex, y me puse en pie. Aún quedaba mucho trabajo por hacer, pero por hoy, ya había tenido bastante.

Cogí el Mercedes Benz que tenía aparcado a pocos metros de la zona, y conduje hasta el restaurante más cercano de Los Santos. Normalmente, siempre me acuesto con el estómago vacío, pero, joder, aquel día era uno especial, y había que celebrarlo de una manera u otra.

En menos de cinco minutos, llegué al McDonalds donde solía acostumbrar a cenar con mis "amigos" cuando iba al instituto. Los llamo "amigos" porque, ellos realmente nunca llegaron a importarme una puñetera mierda. Aunque siempre que me reunía con Nadando, solía decirme que lo mejor para mí en aquellos días, era estar con ellos para despejar un poco la mente, pero, estoy seguro de que sus intenciones eran que la gente no sospechara de mí. Con tener un simple grupo de amigos, la gente ya te tomaba por alguien normal, y no quería repetir la experiencia de ir al terapeuta del colegio, ya que, ésta supuso la mayor cagada de mi vida; puse en riesgo a mi familia, especialmente a Nadando, y aquellos errores no me los perdonaría jamás. Así que sí. Aquel simple logo del McDonalds, me hizo recordar a una vida pasada que no significaba nada para mí, y me sentí "feliz".

Pedí una hamburguesa vegetariana y un botellín de agua, y me senté lo más cerca posible de la puerta para observar a la gente que salía y entraba a la perfección. A veces me preguntaba qué habría sido de mí si Nadando no me hubiera adoptado. Qué habría pasado si mis verdaderos padres nunca me hubieran dado en adopción. Me imaginaba las distintas vidas y oportunidades que habría tenido si Nadando nunca hubiese sido mi padre, y me lamentaba por tener aquellos pensamientos rondando por mi cabeza, ya que, sin él, yo no sería nada. Yo nunca habría existido. Pero, ¿habría sido aquella la mejor opción?

Vi a una pareja joven entrar, y aquella caballera roja, me hizo recordar de cierta manera a Amber, aunque cuando se giró hacia donde yo me encontraba, su cara no era para nada similar. Amber era dulce, suave, sutil, sin embargo, aquella gruesa capa de maquillaje me impidió ver el rostro de la chavala realmente. Desvié mis ojos de la chica, y tragué ávidamente el agua de la botella. Iba a comenzar a comer la hamburguesa, pero cuando iba a darle el primer trascado, observé que una especie de hilo pendía de ésta. Estiré de él con curiosidad. Era un pelo rubio o canoso, no lo supe distinguir, y me entraron arcadas. Me levanté tembloroso hacia el cajero para explicarle lo sucedido, pero estaba demasiado agotado para montar una escena en un restaurante de comida rápida como el McDonalds, así que decidí dejarlo pasar.

Agradecí la fresca brisa de la noche una vez salí por la puerta del restaurante, y la luna brillaba más que nunca. La observé con curiosidad, deseando que Conway la estuviera mirando también, ya que aquella sería la última vez que la viera completamente llena, en su auge.

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Bueno, siento la espera, como compensación, en un día o dos os traeré el siguiente capítulo 😘

Bien, veamos... qué os está pareciendo? Qué opináis de Jaime y Sang (aunque sea la misma persona, las personalidades son bastante diferentes, es un punto que le va a dar a la historia algo muy guay 😉)

Qué pensáis del pasado de Jaime, el vínculo que tiene con Nadando y la mafia en general... sus manías... hay muchas cosas destacables sobre él, y no puedo esperar a construir más su personaje.

Espero que estéis muy bien, empiezo bachiller el cuatro de septiembre, así que rezad por mí ☹️ ya sabéis que si necesitáis algo estoy aquí 💖

Besos en el siempre sucio, os quiero. Estrellitas y comentarios se agradecen un montón, ya lo sabéis. Nos vemos dentro de naaa.