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Amber's POV

Ojalá duraran aquellos momentos eternamente.

Cada beso, caricia, suspiro... todos los sentimientos provenientes del amor, parecieron eclosionar en aquellos minutos tan íntimos y suaves, provocando en mí una sensación que llevaba tanto tiempo sin experimentar.

Cuando Conway se inclinó hacia mí y me besó, sentí cómo las lágrimas hacían mención de salir, pero estaba tan estupefacta, tan incrédula y tan ensimismada, que me resultó pensar en algo más salvo saborear aquellos dulces momentos que Jack estaba compartiendo conmigo.

Lo único que me hizo volver a la realidad, fueron aquellos sonoros pasos que provenían del pasillo, los cuales hicieron separarnos el uno del otro en un instante, rompiendo la magia y creando una extraña y débil barrera entre nosotros.

Fue una sensación extraña, desagradable.

Conway se sentó apresuradamente en su escritorio, ocultando el gran amigo que traía consigo, y no pude evitar sonreír frente a aquella situación, sin creerme que todo aquello no era un sueño.

Pasaron unos cuantos segundos, y de pronto, los pasos dejaron de sonar.

Alguien llamó al despacho de Conway.

—¿Jack? ¿Estás listo? —una voz argentina (voz agradable) sonó de detrás de la puerta, mientras esta se abría a su vez. Una mujer alta, bella, con una hermosa trenza que caía sobre sus hombros, entró en la habitación.

Yo la miré por unos momentos, preguntándome de quién coño se trataba, y de por qué Conway no la había insultado tras haber sido llamado por su nombre. Pero cuando Conway sonrió y la saludó, supe quién era.

—Michelle —dijo Conway, sin levantarse de la silla, un tanto incómodo—, justo acababa de hablar con Amber.

Michelle echó una rápida mirada hacia donde yo me encontraba, pero no puso especial interés. Volvió a centrar su atención en Conway, y preguntó:

—¿Y bien?

Mi superintendente tardó varios segundos en responder. No sabía realmente lo qué le estaba rondando por la cabeza en aquellos momentos. Pensaba que, tras el inesperado encuentro que habíamos compartido, todo iba a estar mucho más claro.
Que yo lo iba a seguir queriendo estuviera donde estuviera, y que sin él, el CNP no era nada.

—Lo hemos estado comentando Amber y yo, y me ha hecho entrar en razón sobre que... posiblemente esta no sea la mejor opción para nadie. Ni para mí, ni para el CNP. Nadie está ni mental ni físicamente preparado o preparada para este cargo.

Michelle lo miró sin comprender, sin creerse lo que acababa de escuchar.

—Jack, Jack Jack —comenzó a andar hacia el escritorio de Conway, y depositó sus finos y largos dedos sobre la mesa, tamborileándolos en ella—. Sabes que yo respetaré cada elección que hagas, ¿lo sabes, no? Pero, extrañamente, has cambiado de opinión demasiado rápido, y eso me preocupa.

Michelle lanzó una fugaz mirada a Conway. Pude ver cómo sus ojos permanecieron demasiado tiempo en su cuello, y un leve vistazo por debajo de su estómago, me hizo jurar para mis adentros, muerta de vergüenza.

—Tanto tú como yo, sabemos por lo qué has tenido que pasar —dijo la mujer, ahora con un tono de sorpresa —. Llevas décadas esforzándote por la gente que merece vivir, y yo no quiero que eso cambie, que te quede claro, pero aquí hay algo que no me cuadra y que no me gusta en absoluto, y tú lo sabes bien.

La alta mujer se irguió y fue alejándose lentamente de la mesa, dando vueltas por la habitación.

—He estado hablando contigo durante horas, convenciéndote de que abandonar tu cargo no sería una buena idea, sin embargo, te habías negado rotundamente a escucharme, y por una maldita vez que cedo... ¿vas y cambias de opinión en menos de quince minutos? ¿Te piensas que soy una puta marioneta a la que puedes joder constantemente?

—Michelle... —inquirió Conway, sin resultado.

—Cállate, Jack. Ahora me toca hablar a mí.

Él calló repentinamente, agachando la cabeza.

—No sé a qué estás jugando, Jack, ni quiero saberlo, porque eso no hará mas que traernos problemas. Pero de una cosa estoy segura, y es que, espero que no caigas en la misma trampa por segunda vez.

Yo la miré, sin entender, sintiendo que no pintaba nada en la conversación. Tenía pensado irme en cuanto terminara su discurso, pero, en cuanto me mencionó, supe que debía permanecer ahí. Necesitaba saber de qué se trataba todo esto.

—Pensaba que eras más maduro... y que el ligar con menores había dejado de ser un pasatiempo común en Los Santos, pero ya veo que me equivocaba. Aunque la edad, como comprenderás, no me preocupa.

—Michelle, no tienes ni puta idea de lo que estás hablando —saltó Conway, ahora serio, con una expresión de terror y arrepentimiento en la cara.

Michelle permaneció seria, como si estuviera harta de seguir con aquella conversación.

—Yo lo sé todo, Jack, pensaba que ya lo sabías. Tengo estos enormes ojos en toda la ciudad de Los Santos, y los tengo puestos en ti también, así que no me lleves la contraria, porque sabes que tengo razón. Me preocupo mucho por ti, y lo sabes, pero me preocupo por los demás, a diferencia que tú.

Conway se tapó la cara con las manos, dejando marcas rojas sobre su rostro.

Michelle se acercó hacia mí. El aura que desprendía no era para nada desquiciante u orgullosa, pero más bien calmada y sensata.

—Amber —su tono de voz había cambiado sutilmente, y me sentí intimidada por unos momentos—, espero que sepas lo que haces, porque no sabes el lío en el que te acabas de meter.

Yo no respondí, la miré a los ojos y supe que no quería intimidarme ni nada... sólo quería advertirme.

La mujer se fue alejando de la habitación, y cuando abrió la puerta para irse, se giró una vez más hacia Conway, y dijo:

—Aún estás a tiempo, nadie salvo yo lo sabe todavía.

Y cerró la puerta de un portazo.

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Después de una semanita de descanso.... aquí tenemos un nuevo capítulo. yaaayyy.
Algunxs ya sabíais que iba a ser Michelle, así que sí, aquí la tenéis. Tenéis alguna teoría de porqué ha actuado de esta manera? Compartidla en los comentarios... quién sabe, hay gente con 1920 de IQ en esta historia, así que por probar xd.

Espero que os haya gustado, que la estéis disfrutando mucho. Ya hay 5k de visualizaciones, así que GUAAU, muchísimas gracias. Agradezco mucho los comentarios y estrellitas que dejáis, gracias de corazón 💖

Un besito en el siempre sucio.

Conway, Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora