XI

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Noah

Analizo mi reflejo en el espejo con algo de nerviosismo, indecisa e insegura sobre mis propias ideas.Paso la brocha de maquillaje una vez por mis mejillas para asegurar de no dejar excesos en las mismas. El vestido llega hasta unos pocos centímetros más arriba de la rodilla, la parte superior es discreta sin embargo la falda es muy corta, admiro los tacones y finalmente me decido a usarlos.

Nunca me han gustado del todo, solía tropezar con zapatillas deportivas. Los tacones no eran buena idea.

Termino de arreglarme y salgo de la habitación con un pequeño bolso en mi mano temblorosa. Medité las palabras de Halsey durante casi dos días, lo último que quiero es preguntarme en un futuro si las cosas fuesen distintas si hubiese hecho las cosas de otra manera. Aunque si esta vez no consigo las respuestas que estoy buscando... lo dejaré ir.

Respiro con dificultad y siento un extraño cosquilleo en el estómago, tengo que darme prisa ya que pronto serán las seis y las mujeres no podemos ingresar a los dormitorios de los chicos después de las siete, si tardo un poco más el guardia no me dejará entrar. Mi mente repite una y otra vez las instrucciones que Shawn alguna vez me dio, en caso de emergencia. Camino por el campus en busca del edificio, no sé si es por mi calzado pero... mis piernas tiemblan. Cuando lo encuentro me adentro por sus pasillos, evitando las miradas de todos los chicos para después tomar el ascensor. Y cuando uno de los botones señala el tercer piso las puertas se abren. 

Para mí buena suerte no hay nadie y todas las puertas están cerradas, busco la llave en mi bolso. La misma que encontré después de vaciar todos los cajones de los muebles de mi habitación.

-Tercera puerta a la derecha- Susurro para mí misma hasta toparme con una puerta angosta de color negro. Por un instante consideré la posibilidad de salir corriendo.

No, no esta vez. Checo la hora en mi celular y tal vez tendré que esperar un poco más de lo planeado. La cerradura produce un extraño sonido al abrirse, su habitación no es tan oscura cómo la mía; tiene una gran ventada que ocupa gran parte de la pared del frente. Es más grande y luce mucho más cómoda, creí que la encontraría desordena y aunque tal vez sea una coincidencia la veía impecable. Dejo caer mi peso sobre el colchón y me dedico a mirar el techo por más tiempo del que debería, conozco el horario de Shawn a la perfección y si es que la suerte está de mi lado él vendrá directamente a su habitación después de la última clase.Mi pecho duele levemente, no había notado lo nerviosa que estaba hasta este momento. Mi mente permaneció en blanco por un tiempo que no podría definir, me permití no pensar en nada que pudiese atormentarme... o así fue hasta que la cerradura volvió a sonar, anunciando su regreso.

Me siento inmediatamente de una manera menos sugerente sobre la cama, él no nota mi presencia y cierra la puerta con seguro; paso saliva con algo de dificultad... hasta que enciende la luz.

Pagaría por ver esa expresión de nuevo.

-¿Qué haces aquí?- Pregunta en un susurro.

-Te estaba esperando- Respondo con un ligera sonrisa al percibir su nerviosismo

Shawn

Verla aquí es lo último que esperaba, sus ojos oscuros me observan con curiosidad y la misma sonrisa burlona de siempre se extiende por su rostro, su cabello; usualmente rizado y rebelde se encuentra lacio lo que le da a su rostro un toque más maduro. Lleva un vestido corto, cosa que parece no causar ningún conflicto en ella, este cubre sus muslos. Aunque no en su totalidad, resalta su cuerpo... y yo lo conocía muy bien.

Noah frunce ligeramente el ceño y deja su asiento.

-Si no vas a decir nada puedo regresar otra día- Menciona desde su posición.

In the dark, you are daylight [S.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora