XXXVII

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Noah

-¿Vienes a cenar con nosotros?- Me sobresalto al escucharlo hablar a mis espaldas producto del pequeño susto que Christopher me ha dado, asiento con la cabeza y guardo mi violín en su estuche.

-¿Y Eleanor?- Pregunto, él hace una mueca y señala a su melliza quién está charlando animadamente con Jaden en la entrada del teatro. El chico más popular de nuestra clase, río al ver que a su hermano no le agrada para nada la idea de que ella finalmente esté saliendo con alguien- Me da gusto por ella.

-Dile algo Noah, me está dejando de lado- Ruedo los ojos y sigo con lo mío.

-El otro día dijiste que estabas cansado de tenerla a tu lado las veinticuatro horas.

-¿Tú no lo estarías? Hemos estado juntos toda la vida y...- Un gemido de sorpresa se escapa de su garganta cuando vemos a los antes nombrados besarse, no puedo evitar romper en carcajadas por la exageración de Chris.

Los mellizos Jones se convirtieron en mis mejores amigos hace algunos meses, Eleanor, la mayor es mi compañera de habitación. Nunca me agradó compartir habitación con nadie pero aquí las residencias son mucho más pequeñas, Harry y Louis insistieron en que debía quedarme en su departamento pero no quería molestarlos por lo que terminé mudándome a las residencias de la universidad, al principio no me agradaba para nada compartir mi intimidad con alguien, mi experiencia con Dawn me hizo una persona muy desconfiada... sin embargo, Eleanor es una persona tan alegre que es imposible no caer ante ella y su sentido del humor, ella sin saberlo poco a poco me ayudó a dejar ciertos fantasmas de lado. Ser su amiga incluía traer a Christopher a todos lados... quién también ha sido muy amable conmigo. Algo que sin duda me agradó y al mismo tiempo me dio un poco de paz fue que hasta ahora, Chris nunca ha intentado llegar a algo más conmigo, nunca me ha hecho insinuaciones. Llevamos una amistad tranquila y no experimentar esa tensión que yo conocía tan bien me ayudó mucho a sentirme cómoda.

-Noah- Volteo para ver al profesor Williams en el otro extremo del escenario, sentado en el piano de cola y con una expresión tranquila- Ven, necesito hablar contigo.

-Te esperamos afuera- Dice Chris.

Lo dejo ir y camino hasta llegar a mi destino sin la tensión que últimamente he sentido.

-Dime... ¿cómo te sientes?- Pregunta con una sonrisa.

-Ha sido una buena semana- Contesto honestamente- Pero los exámenes y la gira del próximo mes me tienen un poco nerviosa- Admito y no había notado mi sonrisa de no ser por el extraño cosquilleo en mis mejillas.

-Me da mucho gusto verte más tranquila- Sé que mis abuelos le contaron un poco de todos los problemas que pasé en Canadá, suspiro y rasco mi cabeza al recordarlo- Estaba seguro que te adaptarías rápidamente pero realmente me has dejado con la boca abierta, Noah- Mis mejillas empiezan a calentarse debido a mi sonrojo, pero ha pasado mucho tiempo desde que alguien me alagó- Se nota que no has olvidado lo que estudiamos durante tantos años y estoy feliz de ver que finalmente le estás sacando provecho.

-Cuando llegué.... creí que no pasaría la audición- Apoyo mis codos en el piano, dejándome llevar por el ritmo de la conversación.

-Fue un mes muy duro, pero yo no lo dudé- El anciano me sonríe para después bajar la cabeza y comenzar a tocar una melodía clásica.

Lo conozco desde que tengo memoria, Harry y yo fuimos parte de su escuela en Vancouver cuando apenas éramos unos niños. Comencé a tocar el violín cuando tenía cinco años y continué haciéndolo hasta unos meses antes de conocer a Shawn, cuando terminé la secundaria; el estrés y la incertidumbre de no saber qué camino iba a tomar me hizo dejar todas mis actividades, creí que con eso mi mente se aclararía y sabría qué era lo mejor para mí. Después, Shawn abarcó todo mi tiempo... pues durante meses él fue lo único que me importó y ahora sé que depender emocionalmente de alguien, hasta el punto que yo lo hice también fue un error. Después de mi accidente me sentí más confundida que antes, incapaz de hacer algo por mi cuenta o volver a tomar las riendas de lo que yo realmente quería en un inicio, estaba confundida y frustrada respecto a cada aspecto de mi vida por lo que no me costó seguir los consejos de mamá y empezar algo nuevo que no me interesaba en lo absoluto, no la culpo por eso. Toda la responsabilidad fue mía, sin embargo... no habría soportado aquel ritmo de vida de no ser por él. Noté que no me agradaba lo que estaba haciendo, sólo me gustaba porque me permitía estar cerca de Shawn... y después de terminar lo que alguna vez nos unió, no le encontré ningún sentido a permanecer en Toronto. El profesor Williams se mudó a New York hace varios años, cuando la oportunidad de enseñar en la academia Juilliard se le presentó, la idea de audicionar apareció en mi mente cuando menos lo esperaba, volver a lo disfruté tanto en mi niñez me abrió una pequeña ventana de esperanza, no sabía lo mucho que lo necesitaba.

In the dark, you are daylight [S.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora