XLIV

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Noah

-No puedo creer que hayas comprado este vestido y que nunca lo hayas usado- Me reclama Aaliyah analizando mi vestido negro con la emoción reflejada en sus ojos.

-Lo compré para uno de los conciertos de la gira de verano que organizó la universidad- Comento- Sólo lo usé una vez, de hecho, había olvidado que lo tenía.

-Tienes que usar este- Afirma, extendiéndolo frente al espejo y admirando los detalles, realmente es muy bonito.

-¿No te gustan los otros?- Pregunto y veo el resto de ropa en la cama.

-¿Quieres dejar con a boca abierta a mi hermano?- Su rostro está lleno de malicia y picardía, me río y pienso la respuesta por unos cuantos segundos, asiento con la cabeza y ella no tarde en mostrar satisfacción- Entonces, tienes que usar este.

(...)

Sacudo la nieve de mi abrigo y cabello en la entrada mientras Shawn va a la recepción a retirar la llave de nuestra habitación, mis pies se hunden en la nieve y el frío infernal de Canadá está calándome los huesos, también sacudo mis zapatos antes de entrar. Él me hace una señal para que lo siga y sin dudarlo voy tras él, los escalones de madera crujen a medida que avanzamos y eso me parece algo gracioso, la construcción es grande y aunque desde afuera aparenta la imagen de una cabaña muy amplia, lo cierto es que hay varias y cada una tiene tres habitaciones en cada piso.

Shawn abre la puerta y me cede el paso.

-¿Sigues enojado?- Pregunto mientras me saco el abrigo y la gorra de lana.

-¿Tú que crees?- Musita en un tono algo hostil.

-Creo que pareces un anciano amargado y que no tienes ningún motivo para estar celoso- Shawn suspira y peina su cabello antes de aproximarse a mí- Si sigues con ese mal humor pensaré que habría sido mejor irme con ese chico.

Sólo quiero molestarlo y es que no puedo tomarme enserio a Shawn cuando está haciéndome un berrinche. Es la primera vez que me hace una escena de celos en este año que hemos estado juntos, aunque a mí no me parece tan grave.

-Repítelo- Menciona con la mandíbula tensa y una mirada algo penetrante.

-No me gusta tu mal humor y si sigues así tal vez pueda buscar a ese chico- Fue fácil para él tomarme por la cintura para pegar su pecho al mío y tomar mis labios de una manera brusca, coloco mis manos en su pecho, pero él no me deja ir, su mano derecha se posa en mi nuca para evitar que me separe, cedo ante su beso y el ritmo al que Shawn lo lleva. Su lengua acaricia la mía de tal manera que aquella sensación extraña y conocida empieza a alojarse en mi vientre. Mis labios arden un poco ante la presión, pero no deja de besarme y antes de alejarse... muerde mi labio inferior, lo miro con la respiración agitada y puedo admirar sus pupilas dilatadas.

-No juegues con eso, Noah. Tú eres mía y lo sabes... no puedes estar con otro que no sea yo- Shawn trata de intimidarme así que lo único que hago es dedicarle una sonrisa y darle un pellizco en su mejilla. Él rueda los ojos y suaviza su expresión, me suelta y retrocede un poco- Lo que realmente me molesta es que por más que lo deseo, no puedo enojarme contigo

-No tienes razones para enojarte conmigo, cálmate- Si Shawn quiere pelear, tendrá que hacerlo solo. Empiezo a soltar mi cabello para tomar una ducha, pero el aparece de nuevo frente a mí.

-Me fui dos minutos y ese imbécil estaba platicando contigo.

-¿Y?- Pregunto, levantando los hombros.

-Dijo que tus ojos son hermosos y tú te reíste- Su expresión ha cambiado y ahora luce un poco triste.

-Bueno... un piropo no es motivo para llorar- Mi despreocupación parece calmarlo ya que niega repetidas veces, no puedo continuar porque sus brazos me rodean con suavidad y me atraen a él- Habría aceptado tus berrinches si le hubiese dado mi número cuando me lo pidió- Susurro antes de aceptar su abrazo.

In the dark, you are daylight [S.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora