Capítulo 30: Paul

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Paul no intentó convencer a Sacco para que se quedara. En este punto, eso hubiera sido contraproducente. Le hizo prometer que se registraría tras unos días usando una dirección de correo electrónico que Paul nunca había usado antes. Sacco dejó el ordenador portátil, tal como Chloe había exigido. Paul se lo entregó a Abeja y le pidió que intentara llamar a Chloe usando una conexión cifrada de Skype. El teléfono sonó dos veces antes de que Chloe contestara.

—"Se ha ido," - dijo Paul.

—"Bien," - respondió Chloe, todavía sonaba muy cabreada.

—"Sé que lo que hizo es jodido, pero no me sorprende. Y escucha, tal vez podamos..."

—"Paul, cariño, este es uno de esos momentos."

—"¿En los que debería dejar el tema?"

—"Sí. Además, hay algo más de qué preocuparse."

—"¿Qué?"

—"Marsh me acaba de enviar un mensaje de texto. Quiere que la llame."

Paul casi podía sentir que su presión arterial subía veinte puntos.—"Vale. Ese es un buen momento."

—"Sí, yo también estaba un poco preocupado por eso. Entonces, ¿debería advertirla?"

—"Creo que tenemos que hacerlo."

—"Odio ser la maldita mensajera de Isaíah."

—"Lo sé, pero ella necesita saberlo. Quiero decir, Isaíah va a por sus hijos, por amor de Dios. Debería tomar medidas para protegerlos."

—"No, no, tienes razón. Mierda, todo esto está girando tan fuera de control." - Paul escuchó un ligero hipo de silencio que sabía que señalaba la llamada en espera de Chloe.—"Cristo, creo que es ella. Espera, déjame hablar con ella."

Paul esperó mientras Chloe cambiaba a la otra llamada. Se sentó en la mesa al lado de Abeja, donde habían instalado el ordenador portátil de Sacco. Abeja había desplegado una aplicación que combinaba información del rastreador GPS en el teléfono de Chloe con Google Maps. Mostraba que Chloe estaba en un parque a una milla de distancia del apartamento. Puso su teléfono en el altavoz, lo dejó junto al ordenador y miró el mapa.

—"¿Crees que ella estará bien?," - Preguntó Abeja.

—"Creo que sí. Ha pasado por cosas peores. Hablando de algo peor, ¿has tenido noticias de c1sman?"

—"Sólo otro correo electrónico. Se ha ido al Oeste, donde está su hijo. Creo que podría intentar reconciliarse con su ex."

—"Eso apesta. Lo siento."

—"Es una mierda para él. No hay forma de que ella lo acepte de vuelta. Yo no lo haría. Él es un poco, bueno, ¿sabes?, necesitado. Clavijas muy apretadas."

—"Eso no siempre es malo."

—"¿Importa acaso?," - Preguntó Abeja. —"Ya no va a volver."

—"Supongo que no."

Se sentaron en silencio durante un minuto más o menos, mirando la pantalla y el teléfono, esperando a que Chloe volviera a la línea. Entonces su punto comenzó a moverse en la pantalla. Moviéndose rápido.

—"¿Se ha metido en un puto coche? ¿Qué demonios?"

El punto se movió rápido, y cinco minutos después, con Paul gritando al teléfono para que Chloe contestara, llegó a la carretera.

—"¡Jesús, vamos!," - Dijo Paul, sacando a Abeja de su asiento y agarrando el ordenador portátil. —"¡Venga!"

Deseó haber aparcado más cerca, pero las preocupaciones de seguridad habían dictado que dejaran el coche al menos a tres manzanas de su escondite, y tanto él como Abeja resoplaban y jadeaban para cuando él forcejeó con las llaves y abrió la puerta. Paul todavía tenía la conexión telefónica abierta y no había noticias de Chloe. No fue hasta que estuvieron en la interestatal y se dirigieron hacia DC que escuchó su voz nuevamente.

El Blues del Black Hat - G33K Mafia 3 de Rick DakanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora