Ryujin al ver eso, casi colapsó. No podía creer que la chica hubiese respondido. De hecho, no creía que ella lo fuese a hacer algún día.
A los pocos minutos de que la rubia abandonó el lugar, algunos meseros comenzaron a recoger vasos, tazas y platos de las mesas. Ryujin no podía permitir que alguien levantara las cosas de la mesa en la que la rubia se sentaba.
Pensó que hacer. Se encontraba un poco, sólo un poco, desesperada. No se le ocurrió nada mejor que ofrecerse a ayudar a limpiar las mesas. Usó como excusa el hecho de que ese día había faltado personal.
Se acercó a esa mesa con una bandeja entre sus manos. Colocó encima la taza y el plato. Levantó las cosas de dos mesas más y se dirigió a la cocina.
Allí, luego de asegurarse de que nadie miraba, tomó el bombón y la nota.
Observó el color del papel. También era rosa, como las notas que ella le dejaba. Este rosa era un poco más oscuro. Se le ocurrió que tal vez a la rubia le gustaba ese color. Fue cuando decidió que todas las notas que le dejaría serían rosas.
Al leer lo que la chica escribió, Ryujin sintió una estúpida, pero bonita sensación en su estómago, que se mezclaba con el dulce sabor del bombón de chocolate.
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𝙱𝚘𝚗 𝙱𝚘𝚗 𝙲𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝 ; Ryuna
Dragoste[historia editada con dos capítulos extras y epílogo / borrador] .•.°.•. A Yuna se le hace costumbre merendar todos los viernes por la tarde en una cafetería. Ryujin trabaja en esa cafetería. A Yuna le gustan los bombones de fresa. Y a Ryujin...