𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟽

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Yuna se acercó a Ryujin y se saludaron con un beso en la mejilla. Se sentaron un rato en una banca a discutir sobre el lugar al que irían.

El destino escogido fue el parque de diversiones.

Se dirigieron hasta ahí, y al llegar compraron los boletos para las diferentes atracciones.

Pasaron por cada juego, y aunque dijeron que no iban a hacerlo, no pudieron evitar gastar una buena cantidad de dinero para tratar de ganar premios en algunos de los juegos.

—¡Una más! —insitía Yuna.

—No sé... Somos bastante inútiles para estos juegos. —dijo Ryujin entre risas—. Con suerte pudimos tirar dos botellas.

—¿Por favor? —Yuna hizo el tono de su voz más agudo y juntó sus manos.

—Bueno, bueno... —Ryujin tomó  tres pelotas, y pagaron entre las dos al hombre que atendía en el puesto.

—Ahora tu tienes que tirar dos. Yo tiré dos la vez anterior. —recordó la rubia.

Eso hicieron. Yuna tiró primero. Y en el segundo tiro, Ryujin por fin ganó un premio.

Le quedaba otra oportunidad y sorprendentemente, tiró las botellas de nuevo.

Yuna se distrajo un momento con su celular, y la mayor aprovechó eso para elegir los premios.

—Quiero ese. —le dijo Ryujin al hombre del puesto. Él le pasó lo que la chica le indicó y le preguntó por el segundo premio.

Ryujin recorrió el puesto con la mirada.

—Bueno... —no había nada que la convenciera. Hasta que

—¡Eso! ¡Quiero eso! —exclamó señalando frenéticamente un llavero con forma de barra de chocolate.

Una vez tuvo sus dos premios, llamó la atención de Yuna.

—¿Y? ¿Que elegiste?

—Odio los clichés, pero a la mierda. Es una cita en un parque de diversiones, necesito hacer esto. —dicho eso, le tendió a la rubia un pequeño osito de peluche de color rosa.

—Creí que olvidarías que era mí favorito. —Yuna dijo con un notorio sonrojo, recordando cuando le hizo saber a la mayor que su color favorito era el de las notas.

Ryujin negó. —¿Vamos a la vuelta al mundo?

Yuna asintió y se encaminaron a la gran atracción.

Cuando estuvieron en la cima, la rubia observó con entusiasmo como la ciudad comenzaba a iluminarse al caer la noche.

—Esta es la última vuelta. Cuando bajemos iremos a comer algo y luego te acompañaré a casa. Se hizo algo tarde y no quiero que vuelvas sola, o que tus padres te regañen.

—Bueno. —respondió Yuna simplemente sonrojandose por segunda vez en la tarde.

Los gestos que Ryujin tenía le hacían creer que llegarían a tener algo muy lindo.

𝙱𝚘𝚗 𝙱𝚘𝚗 𝙲𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝 ; RyunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora