❝Tal vez haya tomado todas las decisiones erróneas pero puedo asegurarte que amarte ha sido la única correcta que ha valido la pena❞
▃ THE SWAN AND THE SNAKE
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Desde el momento q...
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CAPÍTULO 03
❛ES MI PASIÓN❜
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EL AGUA DEL LAGO SE ESCUCHABA CHOCAR muy levemente contra las ventanas del dormitorio de chicos de Slytherin. En una de las camas con dosel verde Draco no paraba de dar vueltas, las sábanas del mismo color verde estaban más que arrugadas de no parar de dar vueltas. Habían pasado días desde que los ojos miel de la ravenclaw se habían aparecido en un sueño del joven mago. Ahora su rostro le atormenta en forma de insomnio.
Se levantó de la cama, un escalofrío le recorrió de arriba abajo cuando sus pies tocaron el suelo frío característico de las mazmorras. Bajó haciendo el mínimo ruido a la sala común, como vio la chimenea encendida decidió sentarse en uno de los sofás más cercanos. No era la primera vez que el insomnio le atacaba, llevaba algunos meses así y se podía notar en sus profundas ojeras y su aspecto más cansado. Draco se acariciaba inconscientemente el antebrazo del brazo izquierdo.
En medio de la madrugada, con bastante presión sobre sí mismo lo único que deseaba era volver a dormir como aquella noche en meses. De pronto quería que Urania estuviera allí, quería volver a soñar con ella, quería ver su rostro cuando sus ojos se cerrasen.
Pero aquello fue fugaz, algo que pasó por su mente y al instante volvió a desaparecer, no era más que un síntoma más de su insomnio.
Por la mañana Draco no había dormido más que unas pocas horas, su rostro parecía más delgado de lo que ya era y en su pálida piel resaltaba las ojeras. Llegó al Gran Comedor de bastante mal humor, dejando de manera bastante brusca su mochila. Aunque comenzó a desayunar con bastantes ansias sus ojos no pararon de moverse a lo largo de la mesa verde y plata, las pocas melenas rubias que vio por ahí no pertenecían a la que él andaba buscando.
—¿Y tu amiga?—preguntó de manera que no se notase su repentina importancia por la ravenclaw.
—Está con Ibeth y Luna Lovegood en la mesa de Ravenclaw—contestó Theo—. ¿Por qué? ¿Sucede algo?
