❝Tal vez haya tomado todas las decisiones erróneas pero puedo asegurarte que amarte ha sido la única correcta que ha valido la pena❞
▃ THE SWAN AND THE SNAKE
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Desde el momento q...
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CAPÍTULO 13
❛¿ME ODIARÍAS SI DIGO QUE SI?❜
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E
RA MUY ENTRADA LA NOCHE, el cielo estaba oscuro, cubierto de estrellas y el aire era frío. Casi todos en Hogwarts dormían, a excepción de unos cuantos. Al pasar por los desiertos pasillos trataban de pasar sin hacer ruido, aunque era ciertamente imposible.
En la alta Torre de Ravenclaw el viento se colaba por las pequeñas aberturas de las ventanas, balanceando la seda azul que las adornaba. La sala se encontraba completamente vacía, el pesado silencio de la habitación fue interrumpido por el ligero chirrido de una puerta.
—Te dije que llegaríamos antes de que la Señora Norris nos pillase—dijo en un susurro el slytherin.
—Has tenido suerte—le contestó ella negando con la cabeza—, al menos no hay nadie en la Sala Común. Debe de ser muy tarde.
—Parecías disfrutar mirando las estrellas pasando el toque de queda—le respondió, sonriendo ligeramente.
La chica cruzó sus brazos.
—Fuiste tú el que dijo un rato, pero ese rato pasó a ser horas.
El rubio agachó la mirada, sus manos reposaban en el interior de los bolsillos del pantalón.
—Entonces es hora de que nos vayamos a dormir—habló volviendo a mirarla, la ravenclaw se apoyaba en la puerta con la aldaba en forma de águila—. Buenas noches, Amery.
—Buenas noches—dijo en un susurro, mirando como el slytherin bajaba las escaleras y luego desaparecía de su vista.
Como la misma Urania podía observar su amistad con Draco no había hecho más que crecer y crecer. Después de que el slytherin le enseñase la sala de música los dos se habían vuelto mucho más cercanos. Habían no solo comenzado a sentarse juntos en clase, si no que habían comenzado a quedar después de estas. Solían ir a biblioteca si tenían que hacer deberes, y quedaban cerca de Lago Negro para charlar. En esas charlas habían hablado de anécdotas, por la parte de Urania los mellizos Nott salían bastante. Draco también había compartido las suyas, aunque claramente obviaba la parte oscura de su familia, lo último que quería era perder la confianza y cercanía de su nueva amiga. La ravenclaw por su lado también le había ocultado lo que su padre y familia eran, había preferido centrarse en los bonitos recuerdos de su madre y de su tía.
Los dos tenían secretos, todo por miedo a, pero aquello no impedía que sintiesen menos cercanos.
En las últimas semanas no solo habían aprendido pequeñeces insignificantes de cada uno—como que Urania prefería comer la comida en pequeños trozos y que Draco no soportaba las arrugas en su camisa—, también habían comenzado a quedar con estúpidas excusas. Una de ellas había sido la de quedar para ver las estrellas en la Torre de Astronomía, había comenzado con la observación de las estrellas por unas pocas horas y había derivado en quedar todos los fines de semana para ver las estrellas hasta que se cansaran. Los dos subían allí a observarlas mientras charlaban de cualquier cosa, disfrutando de la compañía del otro y deseando que aquello durase para siempre.
