❝Tal vez haya tomado todas las decisiones erróneas pero puedo asegurarte que amarte ha sido la única correcta que ha valido la pena❞
▃ THE SWAN AND THE SNAKE
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Desde el momento q...
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CAPÍTULO 31
❛¿CUÁL ES LA VERDAD?❜
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—¿Aún sigue dormida?
—Creo que no ha dormido en toda la noche—contestó Ibeth con una taza de café recién hecho entre sus manos.
La señora Weasley la miró preocupada y volvió a recoger los platos sucios del desayuno. Molly se había enterado esa misma mañana de la situación de Urania, y aunque al principio desconfió al escuchar la palabra mortífagos, tras ver la mirada triste que llevaba no pudo evitar compadecerla.
—¿Y no quiere comer nada?—volvió a preguntar secando sus manos en el mandilón—. Seguro que está hambrienta.
—No ha querido—contestó la castaña sin apartar la vista de la melena rubia que se podía ver en un sofá a los lejos—, y tampoco ha hablado. Me preocupa.
Molly se acercó a Ibeth poniendo sus manos sobre sus hombros intentando reconfortarla.
—Dale un tiempo—le dijo con suavidad—. Si ha pasado lo que ha pasado no debe de estar siendo nada fácil para ella.
En el salón de los Weasley Urania se encontraba sentada en uno de los sofás, desde ahí podía escuchar los murmullos de la cocina pero no le prestaba demasiada atención. No había podido dormir en toda la noche y se podía notar en sus ojos hinchados por llorar, grandes ojeras debajo de ellos y sus mejillas rojas. Después de que Ibeth y Fred la dejaran entrar las lágrimas volvieron a sus ojos mientras les contaba lo sucedido, ambos la apoyaron y estuvieron casi apunto de salir tras su abuela pero Urania los tuvo que detener antes de que hiciesen alguna estupidez. No se permitiría que más personas que quería acabasen como su tía...y su madre. Las palabras de Ara no habían dejado su mente ni un solo segundo.
Ahora lo único que le quedaba de ella era esa cadena de oro.
Era fina y de ella colgaba un corazón pequeño, la bruja le había estado dando vueltas toda la noche entre sus manos. Nunca se lo había visto a su tía o al menos que ella recordara. Además aquel corazón podía abrirse, como una especie de guardapelo, y de él emanaba una voz en un susurro diciendo "Estoy de camino". Urania tras escucharlo se había preocupado aún más, ¿es que su tía había pedido ayuda y nadie la había salvado a tiempo? ¿Pero con quién? Urania podía jurar que su tía tenía el mínimo contacto con el mundo mágico y sus objetos mágicos, que hubiese recurrido a la magia le hacía ver lo desesperada que estaba.
