Capítulo 3

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Hinata observaba por la ventanilla las calles de la ciudad y de vez en cuando veía de reojo a Tobio.

Shoyo admita algo, Tobio tenía un buen estilo, su cabello negro contrastaba muy bien con su piel pálida y sus ojos que tenían ese tono azul oscuro le daban ese toque hipnótico que no todos tenían.

Pero seguía siendo un idiota.

—¿Dónde debo cruzar?— Preguntó sacando a Hinata de sus pensamientos.

—A dos calles a la derecha.

Unos minutos más tarde Tobio estacionó su auto enfrente del edificio de Hinata, el menor sin decir mucho solo se bajó y le agradeció al mayor.

Pero Tobio quería más.

Tomándolo del brazo ocasionó que Hinata cayera devuelta al asiento.

—¿Qué pasa? Casi me golpeo con la puerta y te juro que si me hubiese golpeado no vivirías para contarlo.

Kageyama le sonrió.

—¿Puedo tener tu número?

Hinata lo vio, lo vio sin una pizca de gracia en ella, no sabía que pensaba el mayor pero nada de lo que le pasara por la cabeza iba a suceder.

—No doy mi número.

Kageyama notó lo molesto que se puso Hinata, soltó su brazo y solo asintió dejando libre al chico.

Mientras veía como el menor caminaba hasta la entrada, sonrió.

—Serás mío, pequeño.

💮 💮 💮

Al día siguiente cancelaron la sección de fotografías por mal tiempo, Hinata estaba feliz, por fin un tiempo para él.

Durmió un tiempo más de lo acostumbrado, cuando se levantó se dio un buen y largo baño, llenando su cuerpo de cremas y esencias que realzaban su dulce olor.

Al llegar el mediodía empezó a cocinar, le gustaba cocinar, pero casi nunca tenía tiempo para darse sus gustos, pero ese día lo tomaría totalmente para él.

Por eso le gustaban los días lluviosos. Le relajaban y le permitían descansar mejor.

Mientras bailaba al ritmo "Come & Get it" terminaba de cocinar, pero todo se vio interrumpido cuando el timbre sonó.

¿Quién podría ser con este tiempo? Se cuestionó.

—¿Quién es?— Pregunto deseando que la persona detrás de la puerta se fuera.

—Soy yo.

Hinata sonrió ampliamente al oír esa voz.

Abrió la puerta y extendió sus brazos para la única familia que le quedaba.

—¡Shoyo!— Gritó Nishinoya al entrar saltando encima de su primo.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó con una gran sonrisa.

—Estaba de visita por la ciudad y pasé a verte, pero empezó a llover y supuse que estarías aquí.

—Me alegro mucho que tú estés aquí.

Los dos primos se dirigieron a la cocina mientras Hinata terminaba la comida para ambos poder comer.

—¿Cómo estás, el trabajo que tal?— Le preguntó Yu empezando a comer.

—Estoy bien, todo como siempre.

—¿Cómo siempre, con tu vida rutinaria?— Shoyo bajó la mirada ante sus palabras y asintió.

𝖲𝗍𝗒𝗅𝗂𝗌𝗍 // 𝖪𝖺𝗀𝖾𝗁𝗂𝗇𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora