A la mañana siguiente, Hinata fue el primero en despertarse y agradecía inmensamente que fuera sábado. El menor observó a la persona que tenía justo al lado, o mejor dicho enredado a él. Tobio tenía sus brazos alrededor de la cintura del menor además de tener sus piernas enredadas, compartían el mismo aire, y por extraño que pareciera, a Shoyo le hacía sentir un poco bien.
Hinata iba a levantarse pero en el intento de mover sus piernas sintió algo duro entre las piernas de Tobio, sin duda Hinata se sonrojo, no sabía que pensar, una erección mañanera era lo más normal del mundo pero en su cabeza solo se sentía algo avergonzado y debía de admitir que excitado. "Quiero lamer eso" pensó pero ¿Qué pensaría Tobio referente a eso? ¿Una mamada mañanera le molestaría?
Antes de cualquier cosa, Shoyo se acercó al oído de Tobio, susurrándoles palabras para poder así despertar al mayor. Tobio removiéndose sintió el tacto ajeno sobre su piel expuesta, murmurando palabras sin sentido, abrió sus ojos y pudo visualizar a Shoyo enfrente a él, con una mirada tan lasciva que sintió correrse en plena mañana.
Un pequeño "¿puedo?" salió de los lindos labios del Hinata, y joder, Tobio no podía resistirse a ese tono tan lindo. Asintiendo Hinata sonrió para así bajar su mano cuidadosamente por el cuerpo de Tobio, lo sentía firme, muy masculino, le gustaba que fuera así. Siguiendo en su exploración, bajo más, sintiendo su abdomen que parecía la misma tableta de chocolate, y Shoyo luego de sentirlos, terminó de descender al gran bulto del mayor y tenía razón, estaba erecto.
Apretó suavemente haciendo que Tobio suspirar, Shoyo tomó eso como vía libre y siguió masajeando, tocando todo, desde sus pelotas hasta su glande. Hinata bajo los shorts de Tobio junto a su bóxer dejando a la vista su gran masculinidad. Ambos se miraron a los ojos y Hinata le preguntó suavemente si podía continuar, Tobio solo pudo asentir.
Shoyo sin dudarlo lamió con delicadeza, probando toda la polla de Tobio. El mayor gimió, y apretó las sabanas a sus costados, sintiendo el placer que iba llenando su cuerpo de apoco.
Joder, jamás pensó que el menor le hiciera eso en plena mañana.
Hinata observó a Tobio aún con su polla en la boca, el menor intentaba meter todo lo que podía en ella pero le costaba un poco, seguidamente Shoyo sacó la virilidad de Tobio y empezó a dejarle pequeños besos, moviendo sus labios por toda su extensión junto con sus manos, probando cada centímetro del mayor, su lengua haciendo magia en Tobio, quien solo podía dar pequeños gruñidos que incitaban a Hinata a seguir.
Su boca dejó por un momento la polla del mayor para darle atención a sus pelotas, chupando y lamiendo con cuidado pero con la misma malicia.
—Me vas a volver loco Shoyo... Ahg
—¿Lo hago bien?— Preguntó con la intensión de provocar al mayor metiendo nuevamente su polla en su boca, haciendo sonidos desvergonzado sin dejar de mirarlo.
Tobio no sabía ni que pensar, quería correrse, manchar la bonita cara de Hinata.
—Lo haces tan jodidamente bien, me voy a venir.
Hinata lamió y succionó duro rozando un poco sus dientes haciendo que Tobio gruñera aún más fuerte.
—Quiero probarte, Tobio.
No basto otra palabra más para que el mayor se viniera en la bonita boca de Hinata, éste tomándolo casi todo. Ambos estaban hechos un desastre, respirando pesadamente y con sus mejillas totalmente rojas. Tobio sonrió y sin dudar tomó a Hinata para así estampar sus labios junto con los suyos, probando así su propia esencia.
—Eres un pequeño sucio.— Le susurró Tobio dejando un pequeño beso sobre su frente, logrando un pequeño sonrojo de parte del menor.
—Te prometo que te voy a enamorar, Shoyo.
Y sin permitir que el menor le respondiera alguna cosa, Tobio se levantó y se dirigió al baño.
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El mayor al terminar su ducha salió del baño dirigiéndose a la cocina donde Hinata tenía en la mesa el desayuno ya listo.
Tobio sintió su pecho llenarse de calor, le gustaba tener a Hinata de ese modo, se sentía bien. Sin pensarlo mucho se acercó al menor y lo abrazó por detrás de la espalda dándole pequeños besos en su cuello.
—Tobio, debemos hablar, siéntate a comer.
Kageyama no sabía qué pasaría con ellos luego de lo anoche jutno con lo de esta mañana, para él era claro que como amigos no podían quedar y siendo sinceros, él no deseaba eso.
Soltando la pequeña cintura del menor se dirigió a una de las sillas y empezó a comer.
—Dre qre debremoz habltar.— Hinata miró mal a Tobio.
—Come antes de hablar o te pateo la cara.
El mayor terminó su bocado y volvió hablar. —De que vamos a hablar, Shoyo.— Preguntó realmente curioso.
—Tobio, soy un chico, género masculino.— Tobio lo miró raro. —Sí, puedo notarlo.— Habló con burla.
—Me refiero que eres uno de los modelos más importantes del momento, saber que eres gay no creo que sea muy bueno en tu carrera.
—Primero, soy bisexual, segundo, no entiendo a qué va todo esto, Hinata.
—Eres imbécil. ¿Te gusto por lo menos o solo me besaste por el momento?— Preguntó realmente molesto de cómo iba la conversación.
—Hinata, tú me gustas, realmente lo haces, el beso de ayer fue porque no podía resistirme más, incluso esperaba un golpe de tu parte, pero ojo, no me justifico y sé que estuvo mal, disculpa por eso.— Habló algo avergonzado por su comportamiento de adolecente hormonal.
Hinata sonrió.
—Tobio, no puedo decir con toda la certeza del mundo que me gustas pero si me atraes pero no voy a salir contigo por habernos besado.
—Hinata, hasta me la chupaste.
Shoyo volteó su mirada y empezó a negar. —Eso no entra al caso, fue algo del momento, también tengo ganas algunas veces... Y no me cambies el tema, no podemos salir solo por eso.
—¿Por qué no?— Hinata bufó.
—¿Eres tonto o qué? ¿Y mi cita? ¿Una linda proposición? Disculpa Tobio, pero soy un chico que le gustan esas clases de cosas y si no puedes con eso no podrás con lo demás. Aparte me gustas, pero eso no implica que este loco por ti.
—Qué intentas decir...
—Digo que si realmente quieres estar conmigo debes enamorarme, no besarme y suponer que me tendrás para la vida toda. Las cosas conmigo no funcionan así.
—Pero me la chupaste...
—¡Olvida eso!
Tobio rio y asintió, siempre supuso que Hinata era todo un reto, y le gustaba eso, no desperdiciaría esa oportunidad que el menor le estaba dando.
—Bien, caerás a mis pies Shoyo.
—Ya veremos eso.
—Ahora ¿Quieres salir mañana?
—No salgo los domingos, duermo hasta tarde.
—¿El lunes?
—Tampoco, los días de semana tenemos trabajo.
—¿Hoy?
—Tengo pereza la verdad.
Tobio no sabía si Hinata le estaba tomando el pelo o si hablaba en serio, pero al ver esa pequeña sonrisa de burla supo que solo jugaba con él.
Tobio no se iba a dejar dominar.
Se acercó lo más que pudo a Hinata, le levantó la quijada obligando al menor a mirarlo directamente a los ojos, le dio un corto beso y volvió a hablar.
—Pequeño, odio que me manden, y no serás la excepción, el lunes saldremos a cenar después del trabajo, te quiero bonito para mi ¿Quedo claro?
Hinata amaba lo dominante que podía ser Tobio.
—Quedo muy claro.
Una vez más se fundieron en un beso.
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𝖲𝗍𝗒𝗅𝗂𝗌𝗍 // 𝖪𝖺𝗀𝖾𝗁𝗂𝗇𝖺
RandomShoyo Hinata mejor conocido en su trabajo como "Shona" es un popular estilista en la ciudad de Tokio, su amor por el maquillaje y la buena vestimenta es enorme, solo pendiente de su vida y sin tiempo alguno de "divertirse." Tobio Kageyama un famoso...