A fines de agosto estábamos en la audiencia, todo lo que estipulamos estaba bien, no puso objeción sobre el pago de la escuela a mitades, pero lo que más me agradó es que mis hijos se quedaran conmigo en las fiestas navideñas, eso lo propuso el juez, ya que Ana no puso exactamente fechas de cuidados, ella solo puso que yo los cuidara viernes, sábado y domingo, para entregárselos antes de la diez de la noche, las vacaciones mitad y mitad, me cae bien el juez por esa hermosa decisión, me molesté cuando ella puso que si no podía cuidarlos, ella lo haría.
Saliendo del juzgado, mi padre me dijo que me calmara, ya que siempre él ve las cosas más positivas, mi padre me recordó lo que pasó con Mía, si hubiese un accidente o algún motivo por el cual todos los Grey no podamos cuidar de mis hijos, estoy en el entendido en llamar a la madre de mis hijos.
El siguiente fin de semana de principios de septiembre viajé por mis hijos, es hermoso ser padre, sin embargo tengo ese resentimiento conmigo mismo, no disfruté el embarazo de Ana y sobre todo apoyarla con su dolor, me arde la cara de vergüenza mirarla a los ojos, es una gran madre, yo no sabría qué hacer si se me mueren tan seguido mis seres queridos.
Al día siguiente innové mi agenda para mis hijos, estoy contento, no pienso dejarlos encerrados en casa de mis padres, en Montesano Ana siempre los lleva al súper, los saca a pasear en su carreola para gemelos, estoy optando por bañarlos por las noches, me salgo del contexto de Ana para llevarlos a la Guardería, pero mi madre me ha dicho que si los baño temprano, salen con sus poros abiertos y es más fácil agarrar cualquier enfermedad virulenta.
El tiempo es poco, ya es domingo, estoy bañando a mis bebés para llevárselos a Ana, la ventaja que ella está aquí en Seattle, todos los fines de mes viene, aunque sé que llega ya tarde los viernes por el corte de caja de su negocio. Probablemente me oiga egoísta pero Ana los tiene a diario y los dos días dos noches que los tengo yo, quiero disfrutarlos sin la presencia de Ana, yo quiero ser su padre al cien por ciento, que ubiquen mi voz, mis gestos, mi risa, mis emociones, quiero transmitirles seguridad, y solo pasando con ellos casi las 24 horas del día, se acostumbraran a su padre.
Estamos en la boda de mi hermano Elliot, les he comprado una ropa que simula trajeran un esmoquin, no tardo en mandársela a Ana, me agrada compartir esos momentos con ella, aunque sea por fotografías, me encanta llevarle a mis hijos a la casa de sus abuelos antes de las diez de la noche, esa es la hora promedio que dió en el juzgado, para que se los llevara, no me gusta llevárselos a esa hora, los llevo a las ocho de la noche, siempre que llego a su casa me invita a cenar, así es como sueño siempre, los cuatro en una misma mesa compartiendo las comidas.
Es martes 18 de octubre, estoy recibiendo mi pago de un caso que gané para uno de mis clientes, recibirá nada más y nada menos, la cantidad de un millón de dólares mensuales por cinco años, eso a causa de miles de dólares que la empresa donde trabaja, no enviaba dinero al fisco, el solicitó mis servicios para una auditoria, el contador de la empresa mostró que efectivamente pagaba al fisco, pero eran notas apócrifas y se embolsaba todo ese dinero, se recuperó el dinero para pagar al fisco, y se compensó a mi cliente con esa cantidad de dinero por orden judicial, la empresa está agradecido por mandar hacer la auditoria, por fuera de la empresa, para que el contador no sospechara.
Al descubrirse el fraude, le cancelaron todas sus cuentas bancarias al contador, vender todas sus propiedades multimillonarias, que un empleado normal, no podría comprar esas propiedades. Cuando termina la audiencia, tengo varios mensajes de Ana, al abrirlo me doy cuenta que es un video, son mis niños que están festejando su cumpleaños, más abajo los veo con varios regalos que les dan sus pequeños compañeritos, ¡oh, no! He olvidado el cumpleaños de mis hijos, al llegar a la oficina le indico a mi secretaria que cancele mis citas, salgo de estampida a un centro comercial, por Dios, mis hijos cumplen un año de vida y yo lo he olvidado, no me lo puedo perdonar.
Les compré un columpio a cada uno, sé que Ana juega con ellos, un columpio en su jardín no le caerá nada mal, llego cuando ellos ya salieron de la escuela, me dirijo de inmediato a casa de Ana, la cara de alegría de Ana me encanta, le doy un beso en la mejilla, veo su hermoso rostro ponerse color rojo, me encanta ponerla así, pero cuando veo a mis hijos los abrazo a cada uno, les deseo mucha salud y vida. Ana no compró pastel, les hizo gelatina muy deliciosa, me ha pedido que lleve a mis padres una gelatina, para que disfrutemos el cumpleaños de mis hijos, no paso desapercibido que la gelatina tiene dos velas una con el nombre de Tedy y la otra Ray, Ana les puso el nombre con un pirograbador.
No quería irme de la casa de Ana, pero al día siguiente mis niños irían a la estancia infantil, Ana y yo a trabajar, le di las gracias por mandarme las fotos y el video, no le dije que se me había olvidado, pero la pasé hermosamente con mi familia, la madre de mis hijos y mis hijos. Todavía no me animo en pedirle que sea mi novia, ha de pensar que lo haría por dejarme tener a mis hijos los fines de semana, pero para nada, la amo.
Han pasado los meses como agua, siento que los dos días que tengo a mis hijos no es suficiente, no me agrada que en este día de acción de gracias, hemos dado las gracias a Dios por nuestros logros personales, familiares y económicos, me siento vacío necesito a mis hijos a mi lado, mis padres han dado las gracias porque mis hijos forman parte de la familia, cuento los días que los voy a tener en las vacaciones navideñas.
Ahora en acción de gracias, Ethan ha pedido la mano de mi hermana Mía, y yo todavía estoy indeciso en proponerle a Ana que sea mi esposa, mínimo que sea mi novia, me la traería todos los fines de semana con mis hijos, sé que en sus vacaciones de mis hijos y le toque a ella, los pasaríamos juntos y viceversa, Ethan quiere casarse en las fiestas de diciembre, para ser justo después de navidad.
Tengo a mis hijos en casa, avisé a mis padres que no trabajaría estos quince días que tienen mis hijos de vacaciones, hay tantos eventos para ir a disfrutar con mis hijos, les he comprado ropa especial para el invierno, sus botas, guantes, sudaderas, chamarras, bufandas.
Es diecisiete de diciembre, hay un hermoso espectáculo de patinadores, a mis hijos los traje en su carreola doble, pero en realidad fue mala idea porque la nieve está muy densa y no pueden rodar las llantas, me puse una cangurera y cargué a Theodoro en ella y a Raymond me lo coloqué sobre mis hombros, un rato los hice caminar en la nieve con sus guantes les enseñé aventarla, hacer las bolitas, apenas si podían aventarlas fuerte, pero yo hacía que me daban y me caía, su risa era perfecta.
Alrededor del escenario había tablones de madera para sentarse, es un área muy grande, unas diez hectáreas me imagino, escogí los lugares de adelante, las diversas figuras y movimientos les gustaban a mis hijos, cuando terminaban una buena actividad en patines, mis hijos aplaudían, los coloqué uno a cada lado, un rato parados en los tablones y otro rato sentados, les compré un algodón de dulce, necesitaban calorías por el fuerte frío que hacía, unos diez minutos ante de que terminara el evento empezó a nevar nuevamente, no era ligera la nieve que caía era continua y muy tupida, terminando el evento, vimos con horror toda la gente que el cielo se cubrió negro, cargue de nueva cuenta a mis hijos como los traje, pero de momento empezó a llover como no había visto caer hace mucho en Seattle, frío, aire, lluvia y nieve densa, no había donde guarecernos, los autos estaban todavía muy lejos de esa área, sentía mi ropa muy empapada al igual la de mis hijos, aunque hubiese traído paraguas no cubriría mucho, el aire era muy fuerte.
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MI QUERIDO DIARIO
FanfictionLa vida de Anastasia Rose Steele May, se verá envuelta en muchas altas y bajas, es una joven muy práctica, aunque sufre por la muerte de sus abuelos, padres y tracciones amorosas, su fortaleza la mantiene de una sola pieza. Con todo lo que le sucede...