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Capítulo 34
~Marca I~

Alexa:

—¡Noooooooo! —Grito Liz, aferrándose a su alma gemela y apretandolo como un limón con sus brazos.

No se me paso por desapercibido la mueca que Lucas hizo, mi amiga aún no controlaba su fuerza.

—¡¿Por quééééé?! ¡Aposté el triple que Lara! ¡Odio mi suerte! ¡Odio mi vida! ¡Odio las apuestas! ¡Odio mi destino! ¡Odio el ajo, agh! ¡Odio perder! ¡Los odio a todos! ¡A todos...! Menos a ti, sobrino. Tú no tienes la culpa de que tu padre no haya puesto más empeño.—Murmuro entre dientes, mirando muy mal al castaño a mi lado.

Gire los ojos, hastiada de tanto dramatismo. Desde que confesamos que el futuro Alpha era un niño ella empezó a gritar y maldecir su suerte.

—Te odio, Cameron.—Gruño mostrándole los colmillos y los ojos carmesí.

Lo estaba amenazando de verdad.

—Pudiste poner más empeño cuando te follast...

Lara, Carla, Chris, Milo y Cameron sisearon al unísono, señalando de reojo a Silver, quien reía entre dientes de la escena.

—¿Qué? —Liz se encogió de hombros.—Hoy en día los adolescentes conocen mejor que nosotros los adultos sobre el sexo. Apuesto que no es virgen.

Sonrió pícara, moviendo las cejas en dirección al adolescente a mi lado. Silver se puso rojo y negó con la cabeza de inmediato, luego exclamó señalandola:

—¡Blasfemias!

Lizbeth empezó a carcajearse con ganas.

—Me encanta este chico.

Exhale lentamente, buscando paciencia donde ya no había.

—Ya paga, Liz. No creas que te salvarás. —Dije mientras le daba una severa mirada.

Dejó su actuación de lado, sacando su cartera de los bolsillos traseros de su pantalón rasgado. Murmurando maldiciones entre dientes sacó la suma y la puso en las manos de Milo bruscamente.

Por sí no lo habían notado, Liz odiaba perder. Esa era una de las pocas cosas que compartíamos.

—Los odio. —Dijo mirándonos a cada uno cruzándose de brazos, resaltando sus senos del escote pronunciado a propósito, Lucas miró automáticamente ahí y se mordió el labio inferior, lascivo.

Quería consuelo.

Y está noche lo conseguíria. Lizbeth solucionaba todo con sexo.

Lucía fue la última en pagar, refunfuñando también.

—Los odio.

—Los odiamos. —Corrigió Liz, refugiándose entre los brazos de la bruja.

Lara carcajeo como una digna villana de Disney, frotando sus palmas y con un extraño brillo en los ojos.

¿Quién dijo que Lara era un pan de Dios? Hasta daba miedo en esa terrorífica faceta.

—¿Y cómo se llamara?—Preguntó Silver inocentemente.

Todos alzaron la mirada, dejando de lado lo que estaban haciendo y opinaron:

—Caleb

—¡Alex!

—¡Axel!

—¡No me copies!

—Dylan

—Dave.

Alexa (2°Pt.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora