Alexa (2°Pt.)

49

Capítulo 49
~Tormenta II~

Jueves, 18 de julio.

Alexa.

El viaje hacia la ubicación que los lobos de Luna Menguante nos dieron fue demasiado rápido para mi, quería más tiempo y me asqueaba pensar con tanto temor.

Los guardias que custodiaban la frontera improvisada de Luna Nueva nos dejaron pasar sin intentar detenernos, no se me pasó por desapercibida el como me miraron.

La manada se encontraba bajo los grandes árboles del bosque, con carpas de campaña bien elaboradas. Cameron definitivamente tenía razón, la manada Luna Nueva era grande, del mismo tamaño que Luna Azul.

Los licántropos que caminaban por ahí apenas me detallaron, ignorando a Cameron por completo, su aura era oscura y densa, reflejaban maldad, esas sonrisas definitivamente daban escalofríos más no temor como Jahir.

Podría acabar con una gran mayoría, era mi naturaleza, pero definitivamente se apagarían muchas vidas inocentes, demasiadas, antes no me habría molestado pelear con ellos hasta cansarme, pero ahora tenía debilidades, Mael la más grande que ni siquiera saldría de mi vientre hasta un mes.

La tienda de campaña más grande fue hacia donde nos guiaron, situada al centro.

Antes de llegar a la puerta está se abrió y una joven con aspecto de dama de compañía, por no decir prostituta, abrió la puerta, me regalo una mirada de superioridad antes de sonreírle con coquetería a Cameron quien ni siquiera la miró por lo tenso que estaba.

La joven me detallo otra vez antes de hablar como si fuese la Diosa superior.

—El Alpha los espera.

Se dio media vuelta y avanzo moviendo las caderas hacia una cortina oscura que dividía la tienda en dos.

Al cruzar la cortina todo pareció detenerse para mí, fue como cuando conocí a Cameron mientras bailaba, al sentir sus manos en mi cintura la piel entera se me erizo, la calidez de su tacto detuvo el tiempo y quemo como lava, el aroma de su fragancia llego a mi y me atrapó en un hechizo que me hizo bailar para él, coquetearle y llevármelo a la cama para luego concebir a Mael… Sentí eso otra vez cuando vi al hombre que leía algo sentado sobre una silla.

Parecía concentrado en las letras y pensamientos mientras movía un bolígrafo entre sus dedos.

Cuando nos sintió elevo el rostro con rapidez y juro que la sensación de la piel erizada me asqueo.

El pelo negro estaba perfectamente peinado hacia atrás, la piel bronceada común en un licántropo y el cuerpo fornido de un lobo adulto. Sus facciones eran suaves y maliciosas, encantadoras a pesar de todo. Estaba hecho para cautivar a quien lo viera y lamentablemente yo no era la excepción al ser su Alma gemela elegida.

—Señor ¿Desea que me quede? —Hablo la mujer.

—Vete. —Ordenó con voz gruesa y ronca.

—P-pero… —La chica pareció obtener la respuesta que no esperaba porque lucia desconcertada.

—Que te vayas. —Ordenó con más fuerza sin dejar de mirarnos y esta vez la chica obedeció.

Él ladeo la cabeza.

Sus ojos oscuros recorrieron mi cuerpo de pies a cabeza lentamente, con adoración y vehemencia, como si lo que estuviera frente a él no fuera de este mundo. Me dio un segundo vistazo, esta vez deteniéndose en mi vientre abultado y sonrió.