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Capítulo 41
~Lucel~

Miércoles, 30 de abril.

Alexa.

Observe mi reflejo con un poco de entusiasmo, sabiendo lo obvio; era hermosa, muy hermosa.

En mis múltiples reencarnaciones mi silueta y rasgos faciales cambiaban levemente, siempre castaña/rubia, ojos azules y una mirada hipnotizante, mi tono de piel, el contorno de mi rostro, varios tonos del azul en mis ojos, mis curvas, la clase de pelo cambiaba según nacía en las distintas culturas y lugares del mundo. Siempre conservando una belleza arrolladora.

Aunque debo confesar que esta reencarnación es aún más hermosa que mi cuerpo original, más curvilínea, con más atributos, sin la altura digna de un ángel.

Deslizó el labial de un color rojo oscuro por mis labios con cuidado, acomodo mi pelo detrás de mis hombros y analizo por última vez mi bello reflejo antes de salir de la habitación con pasos lentos, en estos momentos nos encontrábamos en una casa de mediano tamaño casi a las afueras de Madrid, la casa donde supuestamente vivía Cameron.

Para los humanos, Lara y Chris habían muerto hace ya tres siglos, Kyler, Lina, Carla, Lucas no existían, al menos no con esos nombres, Lucía fue creada de la nada porque está ya debió morir para los humanos hacia ya décadas, Milo era un primo lejano de Cameron, Silver aún no existía, lo haría cuando cumpliera por lo menos un siglo y ya estuviera 100% preparado para su labor de Delta y el segundo al mando en las empresas que generaban ingresos a la manada.

Porque si, Kyler era el segundo al mando de la manada y el que se hacia cargo cuando Cameron no estaba, Milo lo hacía cuando el Alpha y Beta se ausentaban, sin embargo, su labor era más... externa. No todas las manadas tenían Deltas, porque no todas tenían un ingreso del mundo humano.

En la sala se encontraba Lucía con una hermoso vestido de color beige que le llegaba casi hasta las rodillas, chaqueta negra y tacones, era la primera vez que la veía tan moderna y a la moda, siempre solía usar vestidos antiguos y una simples zapatillas sin nada de tacón. Se veía realmente bella con el pelo atado a un moño alto sin ninguna hebra traviesa, mostrando todas sus facciones aniñadas y risueñas remarcadas con un leve maquillaje oscuro.

Al otro lado de la sala se encontraban Cameron y Milo vestidos con trajes hechos a medida, serios. Hablando seguro de asuntos de la manada, era lo único que los hacía ponerse así de serios, sin siquiera un leve asomo de sonrisa.

—Si me mato por ahí con esto que quede en tu consciencia.—Habló Lucía ni bien me vio, señalando sus tacones.

Rodé los ojos ignorando su comentario.

—¿Nos vamos o seguirán hablando?—Cuestione a los únicos hombres.

Asintieron hablando un poco más.

—Aún no entiendo porque tengo que ir yo.—Lucía se quejo otra vez.

Porque encontrarás a tu ansiada Alma Gemela.

—¿No dijiste que me seguirías hasta el infierno? —Pregunté recordando la excusa que dijo cuando le informe que no podría ir con nosotros a Alemania.

Lucía se cruzo de brazos refunfuñando.

—Vamos.—Cameron abrió la puerta y nos dejó salir primero. —Se ven muy hermosas.

—Lo sabemos. —Dijo Lucía sonriéndole con presunción.

Rodé los ojos empujándola fuera de la casa.

Alexa (2°Pt.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora