4. Bienvenida.

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Era imposible que se alejara, una debido a que el peli plata le sujetaba con una mano su nuca para que no se alejara de sus labios, la otra mano rodeaba toda su cintura acercándolo a él y sintiéndolo reaccionar a sus curvas

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Era imposible que se alejara, una debido a que el peli plata le sujetaba con una mano su nuca para que no se alejara de sus labios, la otra mano rodeaba toda su cintura acercándolo a él y sintiéndolo reaccionar a sus curvas. Y la última que impedía que se alejara era que ella no quería, al igual que el lujurioso peli plata, ella deseaba sentirlo antes de su encuentro pasional.

Sus brazos los tenía inmovilizados debido al abrazo de oso de su jefe, lo que impedía que lo tocará. El beso se cortó, y ambos respiraron jadeantes, los labios del peli plata estaba rojos junto con restos de labial nude, los de la azabache igual y con casi nada de labial, todo su maquillaje se lo había llevado el peli plata.

Volvió a atacarla con sus labios, pero está vez liberando su agarre de oso y bajando su mano hasta sus desnudas piernas y subir hasta ocultarse debajo de la falda tubo. La azabache en el bese ahogó un jadeo al sentir la mano caliente apretarle unos de sus glúteos.

Con sus brazos libres, trato de alejar al peli plata pero este era como una garrapata, se negaba a soltarla. Inuyasha dejo sus labios para bajar por el largo y níveo cuello, probándola, saboreando su exquisita piel suave.

- Señor, señor...la regla 2 - recordó la azabache con dificultad, no quería cortar contacto físico con su jefe.

- Yo no acepte...nada todavía - hablo el peli plata mientras se aventuraba por el interior escote de la camisa blanca de la azabache.

- Entonces no... - con demasiada fuerza de voluntad la azabache lo alejo de ella con sus fuertes brazos, el peli plata intento una vez más acercarse pero ella lo miro de manera severa, aparte de que utilizó sus brazos como barreras.

- No, que...

- Que no podemos hacer esto sin tener claras las cosas ¡Y menos en hora de trabajo! - chillo en un murmuro. La azabache se acomodó su falda que estaba subida hasta sus glúteos y su camisa con su escote desaliñado.

- Hablemos ya mismo sobre esta absurda lista - el peli plata dejo el papel en la mesa del escritorio golpeando su palma en la superficie plana y haciendo resonar.

- ¿Ahora? Tengo trabajo que hacer señor... - suspiro con frustración la azabache.

- Ahora, soy tu jefe y tengo prioridad con este tema.

- ¡Este tema no es laboral! - volvió a chillar en un murmuro, el peli plata testarudo se sentó en la silla cómoda que tenía frente al escritorio de la azabache - ¡Agh! Bien... - y Kagome lo imito tomando asiento en su silla frente a él.

- La 1, mi mejor amigo es mi confidente en todo, él es el único de mi parte que puede saber lo nuestro - señalo primero el peli plata en la hoja.

- Bien, lo editare - la azabache estiro su brazo hacía su jefe.

- Eso no es todo - cansada la pelinegra bajo su brazo - La 2, en el trabajo quiero verte, hacer algo como lo que acabamos de hacer, necesito tocarte durante el trabajo.

NO ES LO QUE QUERÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora