13. Decisiones.

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SEMANA MARATÓNICA
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— Sea lo que sea que hayas dicho, te perdonó Inuyasha — Bankotsu asintió y le tendió su delgada mano

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— Sea lo que sea que hayas dicho, te perdonó Inuyasha — Bankotsu asintió y le tendió su delgada mano.

— Gracias...la verdad que necesitaba decirte esto para estar bien...

— ¿Contigo, conmigo o con Kagome? — Inuyasha abrió sus ojos al escuchar el nombre de la azabache.

— Con...los dos, pero principalmente con Kagome — Bankotsu sonrió de lado.

— Sé quién eres — Bankotsu clavo su mirada azulada en la ambarina de Inuyasha — Inuyasha Taisho, hijo de Inu No Taisho y director de unas de sus empresas ¿Me equivoco?

— Para nada.

— Sé que parezco estúpido, pero no lo soy...

— Nadie mencionó eso Bankotsu — aclaró Inuyasha nervioso — Kagome me presento a su manera, yo solo le seguí el juego.

— ¿Tengo que creerme también que son solos amigos?

— ¿Te dijo algo Kagome?

— Ella evita la pregunta, siempre evade lo importante...

— No te puedo decir nada Bankotsu.

— Esta bien, puedo imaginármelo — Bankotsu le dio otra vez la espalda para dirigirse a su cama — ¿Me das una mano? — el moreno cabeceo la cama e Inuyasha asintió, tal y como Kagome le había dado las instrucciones de mecánica corporal, lo levanto hasta ponerlo en la cama, ayudo a acomodarlo y taparlo con una sábana en sus piernas.

— ¿No te importa lo que Kagome haga?

— Me importa mucho, pero no me preocupa. Cuando nos casemos ella dejará todo eso para ser una fiel esposa...

— Respeto a eso...

— Señor, la hora de visita término, tiene que marcharse — una enfermera irrumpió en la habitación despachando a Inuyasha.

— Adiós Inuyasha...

°°°

— Kagome abre, por favor... — Inuyasha golpeteaba con paciencia la puerta del departamento de la hermosa azabache.

— ¡Vete por favor Inuyasha! — se escuchó desde adentro.

— Yo...fui a ver a Bankotsu... — el silencio inundó el pasillo para luego escuchar como la cerradura era manipulada por una llave.

— ¿Cómo qué fuiste a ver a Bankotsu? — Kagome abrió la puerta de par en par.

— ¿Ahora quieres hablar? — sin ser invitado Inuyasha entro al interior del apartamento con rapidez.

— ¿Enserio fue? — pregunto una vez más Kagome cerrando la puerta y cruzando sus brazos sobre su pecho, una vez más la veía vestir un pantalón holgado y sudadera ancha.

NO ES LO QUE QUERÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora