Kagome miro una vez más su celular antes de apagarlo, había terminado de hablar con su jefe, con el hermano de Inuyasha Taisho. Suspiro de manera agotada, lidiar con Taisho's consumía las energías de cualquier persona humana.
En los últimos días logró recomponerse gracias a la ayuda y presencia del intenso peli plata. Con Inuyasha conviviendo junto con Bankotsu y Kagome hacia una gran diferencia en la habitualidad de sus vidas.
Bankotsu a pesar de mostrarse reacio a la compañía del ambarino, estaba agradecido en su interior. Tener a alguien con quien hablar, discutir, bromear y sobre todo que lo ayudara en su condición a él y a Kagome a recomponerse había sido de una gran ayuda. Y no podía negar que le agradaba, pero eso nunca se lo diría al engreído peli plata.
Kagome sonrió a pesar de sentirse presionada por la reciente llamada, miro a ambos hombres discutir en la sala, Inuyasha sentado en el sillón con Bankotsu a su lado en la silla de rueda siendo alimentado en contra de su voluntad, por el ambarino.
— ¡Cielo, esposa mía, ayuda a comer a tu esposo! — escucho el grito de Bankotsu.
Kagome volteó los ojos, Bankotsu siempre que quería molestar al peli plata —que era siempre— mencionaba esas palabras para fastidiarlo.
— ¡Ahg! — se escuchó el bufido de Inuyasha tirando la cuchara en la bandeja corrediza.
Había perdido el apetito.
— ¿Pueden dejar de discutir solo por un día? ¿Solo por un día? ¿Es mucho pedir? — exclamo Kagome llegando y tomando asiento del otro lado de Bankotsu dispuesta a ayudarlo a comer.
— ¡Él empezó! — gritaron ambos.
— Ay, que cansado es esto... — suspiro Kagome, guardaron silencio por unos segundos escuchando solo el tintinear de los cubiertos contra el plato — Mañana regreso a trabajar...
— ¿Qué?
— ¿Cómo?
— Ya me siento mejor, he recuperado las energías y también unos kilos — sonrió Kagome mirando a ambos decidida.
— Bueno...sí te sientes bien Cielo... — dijo Bankotsu sonriéndole, Kagome asintió — Voy a extrañar tenerte todos los días...
— Me tendrás cuando vuelva del trabajo...
— ¡Uhm, uhm! — tosió Inuyasha para nada disimulado — No te esfuerces de más por favor...
— Estaré bien — asintió sonriente Kagome — Y tampoco me olvido que la semana entrante iniciamos otra vez con el tratamiento Cariño — recordó Kagome señalando al moreno.
— Ah...sí — asintió lentamente mientras compartía una mirada confidente con Inuyasha, ambos evitaron mirar a la hermosa azabache que comía concentrada en la exquisita comida.
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NO ES LO QUE QUERÍA
RomanceInuyasha jefe de corporaciones Taisho's tiene como amante a la aplicada Kagome Higurashi, la cual trabaja en una filial a dos pisos del suyo. Kagome es una mujer que disfruta de su libertad y ama experimentar, pero tiene compromisos y promesas que c...