NO ES LO QUE QUERÍA

20. El camino hacía el presente.

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— Kagome y yo fuimos mejores amigos desde niños, lo que llevo a nuestros padres a planear ya nuestro matrimonio arreglado — empezó Bankotsu por el inicio por recomendación de Inuyasha, el peli plata quería saber todo, desde el comienzo al presente — De niños casarnos fue una idea excelente para nosotros, ya que casarse era estar juntos para siempre y de niños Kagome y yo eso era lo que queríamos... — sonrió Bankotsu recordando los buenos recuerdos de su niñez.

— Lindos recuerdos ¿He? — Bankotsu le asintió sonriente a Inuyasha.

— Pero cuando llegamos a nuestros 15 años, prometimos casarnos si no encontráramos a nuestra persona indicada, a la persona que llegáramos a amar. No conozco los sentimientos de Kagome hacía a mí cuando tenía 15 años, pero yo, yo desde esos números la amo. Cuando cumplí mis 18 años obtuve mi licencia de conducir, mis padres me mimaron regalándome un auto, último modelo claro — alardeo Bankotsu — Mi vida estaba en el pico del éxito, me gradúe de la secundaría con excelentes notas, estaba preparado para ir a la universidad y para tomar el mando de la empresa familiar. Pero eso nunca llego a pasar... — Bankotsu oscurecido su mirada, su conciencia revivía ese amargo recuerdo que desde hacía años no podía olvidar — En la fiesta de despedida del secundario conduje, ebrio y como era de esperarse en la mayoría de situaciones así, tuve un accidente. El accidente no fue de gravedad, tuve que usar un cuello ortopédico por 3 semanas y un yeso en el brazo por seis semanas. Todo estaba bien, hasta que descubrieron que a causa del accidente en mi cuerpo había despertado el cáncer que estaba durmiendo. Mis padres de inmediato quisieron empezar el tratamiento largo y doloroso, pero yo me negué por un año completo, necesitaba pensar que estaba ocurriendo en mi vida, saber que era exactamente un cáncer y cuánto tomaría dicho tratamiento. Eliminarlo no se podía, era cáncer de hueso aparte de que estaba levemente avanzado — volteo los ojos Bankotsu — Mi esperanza de vida fueron cuatro años, pero mírame, ya estoy más de seis años con mi amigo el cáncer — sonrió con ironía, en sus ojos se empezaban a notar como contenía sus lágrimas de dolor — Perdí peso, empecé a perder cabello pero luego crecía otra vez, ya andaba en silla de ruedas pero dos años después de tratamiento perdí la movilidad de mis piernas. Ahora era un inválido con cáncer.

— Oye... — Inuyasha lo observada con admiración, Bankotsu, su rival, tenía una incomparable fuerza interna.

— Mis padres creyeron que lo mejor era tener vigilancia de profesionales las 24 horas del día y me internaron en ese sanatorio, me visitaban una vez al mes o dos con suerte. Pero mi verdadera motivación de seguir adelante fue...

— Kagome... — confirmo Inuyasha.

— Sí, Kagome cada vez que salía de la universidad me iba a visitar, no importaba sí estaba cansada o había tenido un mal día, ella siempre estuvo allí para mí... — Bankotsu limpio una lágrima que se deslizo por su mejilla morena — Le dije un día de visita que la amaba y ella dijo que me quería — sonrió dolido — Aun así, nos comprometimos para algún día casarnos...

— ¿Por qué tomaron la decisión de casarse hace poco y no hace años?

— Porque no quería encerrarla tan joven a una vida conmigo. Y porque tuve miedo — confesó Bankotsu.

— ¿Miedo de...?

— Miedo a ti. Tenía el temor de que Kagome te llegará amar así que apresuré el casamiento para evitarlo, pero no sirvió de nada, ella ya te amaba Inuyasha.

— Ella nunca me lo dijo...

— Y no lo hará, al menos no conmigo siguiendo con vida...

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En cuánto la enfermera llegó a la casa de Bankotsu, Inuyasha aprovecho para venir rápidamente hacía su casa en busca de ropa, el moreno le concedió el permiso de quedarse a dormir un tiempo en su casa, un tiempo corto.
Entró a su casa en medio de la noche y subió a su cuarto en donde se sobresaltó por la presencia de su madre sentada al borde de la cama con los brazos cruzados, claramente molesta.

— ¿Por qué te escabulles como si fueras un ladrón? — cuestiono su madre.

— Porque no quiero que papá despierte... — susurro Inuyasha dirigiéndose hacia su armario.

— Demasiado tarde, tengo el sueño ligero — la voz de su padre lo sobresalto una vez más, estaba en la puerta de su habitación — ¿Qué haces? — pregunto Inu No al verlo sacar y combinar conjuntos de ropa.

— Me iré a la casa de un amigo...

— Mentira — autoritario soltó Inu No.

— Inuyasha, la verdad hijo — la voz de su madre fue el equilibrio para la situación.

— Voy a estar en la casa de Kagome por unos días...

— ¡Es una maldita broma! — grito Inu No — ¡Esa mujer está casada! Y no puedes estar...

— Inu No — exclamo Izayoi tratando de calmarlo poniéndose de pie — Inuyasha ¿Ella está bien?

— No lo está, es por eso que estaré allí hasta que se mejoré — respondió Inuyasha a su madre ignorando a su padre que estaba hablando solo — Bankotsu me permitió estar en esa casa, él sabe que Kagome me necesita para que vuelva a estar como antes...

— ¿Él lo sabe?

— Desde el principio mamá... — Izayoi asintió asimilando toda la información.

— Está bien, avísame sí pasa algo hijo — la matriarca dio su apoyo y autorización, Inuyasha energético asintió y guardo lo que llevaría en un bolso mediano.

— ¿Pero éstas cucú Izayoi? ¡Esa mujer es hija de Naraku, mi enemigo a muerte!

— Sus problemas de competitividad son solo suyos ¡No involucres a tu familia en esto!

— Bueno, me voy, los dejo con su discusión — Inuyasha huyo de su habitación en dónde ahora era el lugar de una guerra campal de esposos.

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¡Nos leemos en la siguiente actualización!