Capítulo 23.

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Cuando Ashton llegó, yo estaba sentada en la encimera con una taza de café entre mis manos. Había dormido muy poco y me pasé la mitad de la noche observando a Ashton dormir. Cuando dormía apenas se dormía, a diferencia de mí, que me movía un montón y más de una vez le quité todas las sábanas. Aún así decía que le gustaba dormir conmigo. No había razón aparente pero no me importaba. Siendo sincera, a mí me encantaba dormir con él, sobretodo en el momento antes de dormirnos completamente, en el que me pegaba a él abrazándome por la cintura y me cubría el estómago con sus manos, me quitaba el pelo de la oreja y me susurraba "buenas noches, Wendy", entonces me daba un beso en la nuca y luego otro en el hombro.

- Buenos días. -dijo acercándose a mí y dándome un beso en los labios-. ¿No has dormido bien?

- No mucho, ¿tan mala cara tengo?

- Normalmente soy yo el que te despierto. -se encogió de hombros.

- No sé, nunca me ha pasado esto.

- Claro, porque eres una marmota.

- Cállate.

- Oblígame.

Le puse la mano en la boca y me miró alzando una ceja.

- ¿De qué forma creías que te iba a callar?

- No sé, algo más romántico como con un beso o algo así.

- Pero si tú no eres romántico. -dije poniendo las manos en sus hombros.

- ¿Que no soy romántico? Esta noche pienso montar una cita tan romántica que te vas a cagar.

- Que tiemble Bécquer, duh. Comparado contigo, su romanticismo es de mercadillo barato.

- Cállate. -me dio un beso y luego otro-. Además, yo sí he sido romántico contigo. ¿No te acuerdas de la azotea de la casa de la cima?

Sonreí, claro que me acordaba. Fue precioso, había muchas estrellas, y las velas y el champán...

- Hm... no, no me acuerdo. -dije.

- Sí te acuerdas, lo que pasa es que eres una orgullosa. 

- Vete a la mierda ya. -me quejé.

- Hoy estás preciosa. -dijo sonriendo, acercándose a mí para darme un beso, pero yo eché la cabeza para atrás.

- Sí, tú intenta arreglarlo ahora.

- ¿No me vas a dejar ni darte un besito? -hizo un puchero.

No me podía resistir a eso.

Le cogí de las mejillas y lo atraje a mí dándole un beso. Se hizo un hueco entre mis piernas para acercarse más a mí y profundizar el beso.

Cada vez que me besaba era como si el mundo se detuviera. Cada vez que me besaba me hacía enamorarme un poco más de él. Hasta que acabé enamorada del todo.

-o-

- ¿Preparada para que una bomba de romanticismo te explote en la cara? -dijo Ashton cuando abrí la puerta. Llevaba una venda negra entre las manos.

- ¿Qué pretendes Christian Grey? -pregunté sosteniendo la venda entre mis manos.

- Es una sorpresa. -dijo poniéndose a mi espalda y cogiendo la venda-. ¿Puedo?

Me tapó los ojos con la venda y la anudó detrás de mi cabeza, me dio la mano y de repente sentí sus labios sobre los míos.

- ¿Vamos o qué?

- Vamos.

Comenzamos a andar y escuché el sonido de la puerta al cerrarse, no veía nada así que tuve que tve que fiarme de Ashton. Estaba agarrada a su mano y entonces dejamos de andar.

Without you I'm a lost boy. {a.i}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora