Without you I'm a lost boy. {a.i}

Capítulo 10.

- ¿Cómo? -pregunté-. ¿Conocerme a mí como si fuera tu novia?

- Sí. -musitó cabizbajo.

- Pero si...

- Solo va a ser una fiesta este sábado, le puedes decir a tu madre que te vas con una amiga.

- Mi madre no está.

- Perfecto. Así más fácil.

- Ashton, pero yo no...

- Sólo van a ser un par de horas, lo juro. Después de la fiesta ya te habrán conocido y con el tiempo se olvidarán de ti.

- Como tú, o eso se suponía. -susurré, con la intención de que no me escuchara.

- ¿Se suponía que con el tiempo debía olvidarte?

- Se suponía.

- No eres de esa clase de chica que se olvida con el tiempo. -dijo acercando su rostro al mío.

- ¿Entonces qué clase de chica soy?

- No había conocido a ninguna chica como tú, así que de momento no puedo decirlo con precisión. -me dio un beso corto en los labios y puso su mano en mi espalda por debajo de la camiseta, acercándome a él de nuevo-. ¿Te recojo mañana a las seis?

- ¿Mañana?

- La fiesta.

- No te he dicho que sí.

- Sé que dirás que sí. -acarició mi mejilla con su nariz y me dio un beso en la punta de mi nariz.

- ¿Y cómo estás tan seguro de que esa va a ser mi respuesta?

- Nadie puede resistirse a mis encantos.

- Creo que estás subestimando tus encantos.

- Y yo creo que has admitido que tengo encantos.

- Touché. Pero eso no significa que puedas encandilarme con ellos. 

- ¿Entonces paso a buscarte mañana a las seis?

- De acuerdo. -sonrió victorioso-. Pero con una condición. 

- Adelante.

- No sé, tengo que pensármelo.

- ¿En serio?

- Y tanto, ¿creías que iba a decr que sí tan fácilmente?

- En realidad sí. Pero veo que eres más difícil de lo que crees.-alcé las cejas-. Y eso me gusta. -me besó.

Le separé de mí de un tirón.

- Vale, vale, lo pillo. Nos vemos mañana. -me dio un beso de nuevo y se fue antes de que pudiera quejarme.

-o-

Llamé al timbre y al momento me abrió Jamie. Pero volvió a cerrarme la puerta en la cara antes de que pudiese decir nada.

Al momento volvieron a abrirme, esta vez era Dylan.

- Pasa, anda, se ha encerrado en su cuarto.

Subí escaleras arriba y llamé tres veces con los nudillos pero no me abrió.

- Jamie, por favor.

Volví a llamar, pero nada, así que decidí decirle todo lo que tenía que decirle a través de la puerta con la esperanza de que me escuchara.

- Jamie, mira yo... -comencé-. Sé que me dijiste que no me convendría estar con él, y tenías toda la razón del mundo, ¿de acuerdo? No sé lo que me pasó, simplemente me llamó la atención y luego empezó todo a ser un desastre. De verdad, te lo prometo, en las tres ocasiones en las que me lo he encontrado machacado porque le habían metido una paliza, fue sólo por pura cortesía, no podía dejarlo ahí, Jamie, ¿y si no le hubiesen encontrado y se hubiera infectado el corte de su tripa cuando me lo encontré la segunda vez? Sé que te enfadaste conmigo, y lo entiendo, al menos en parte. Pero cuando nos encontraste tan cerca uno del otro, te prometo que no iba a dejar que me besara.