Hola! He vuelto! No me gusta dejar las historias inconclusas así que poco a poco las iré acabando, para cualquier noticia ya sabéis que me anuncio por twitter.
Quiero pedir perdón por la tardanza, la verdad es que no he pasado mis mejores momentos y una depresión no es moco de pavo así que necesité muchísimo tiempo para reencontrarme con mi musa, espero que no vuelva a dejarme...
Quiero aprovechar, como siempre, para dedicar mis palabras a tres personitas que no me han dejado caer en todo este tiempo y siguen sosteniéndome a pesar de todo. Cris, Carla y María, mil gracias por no soltarme.
Sin más espero que lo disfrutéis y que me lo petéis muchísimo a comentarios porque son gratis y no tenéis ni idea de lo necesarios que son para mí en estos momentos.
XX
Con un pequeño respingo, el avión tomó tierra devolviendo su mente al mundo real en un instante, como si un cubo de agua helada se hubiese estrellado contra su rostro, arrancándola de sí misma y el lugar seguro donde se escondía cuando la realidad golpeaba su pecho, agitando los pedazos esparcidos y maltrechos de un interior en ruinas.
Hacía más de una semana que se había despedido de Irene, un adiós definitivo que dolía como una puñalada en el centro de su ser, un adiós necesario para recomponerse y luchar por la familia que siempre había deseado construir junto a Xavi, dejando relegado en un rincón de sus recuerdos cada instante de luz y risas que aun llevaban el nombre de Montero... instantes coronados con el cálido sabor de sus labios y un beso que no había conseguido aliviar sus tormentas.
Un suspiro largo y profundo escapó de sus labios al desabrochar el cinturón de seguridad que mantenía a su pequeño bebé entre sus brazos, despertándolo de su siesta ya que nada más despegar se había sumido en un apacible sueño, provocando que restregase sus ojillos castaños con sus manitas, buscando el rostro de su mamá y regalándole una sonrisa coronada por los pequeños dientecillos que ya sobresalían de sus encías.
Salir de aquel avión que la conducía a su realidad suponía el cierre definitivo del paso de Irene por su vida, se había jurado a sí misma que la desterraría de sus recuerdos en cuanto pisase Madrid, dándose aquel margen de tiempo para aprender a vivir sin ella, para aprender a controlar las punzadas de dolor que todavía se despertaban en medio de sus latidos erráticos al pensar que no iba a volver a verla... Había hecho lo correcto per el camino escogido dolía demasiado.
En cuanto sus pasos la llevaron a atravesar la salida, encontrándose de frente con la sonrisa suave y la mirada cargada de cariño de Xavi, suspiró una vez más, dibujando en sus labios una mueca que intentaba simular una alegría que no sentía, dirigiéndose a sus brazos para esconderse de sus propios fantasmas en el calor que su marido siempre le regalaba, seguía siendo su elección, su futuro, su compañero de vida pasara lo que pasara.
En el coche, camino a su casa, apenas prestaba atención al paso del tiempo o a las palabras que Xavi le regalaba, intentando romper su silencio y consiguiendo de ella únicamente monosílabos como respuesta, alegando un cansancio inexistente para su falta de verborrea y su mirada apagada, clavada más allá de la ventanilla del vehículo donde Madrid se presentaba ante sus ojos más gris y oscura que nunca.
–Entonces... ¿Fue bien el viaje? –Preguntó Xavi, en cuanto llegaron al apartamento y colocó sobre la cama su maleta.
–Sí... –Respondió ella, suspirando y abriendo su equipaje para deshacerlo cuanto antes con el nudo de la culpa bailando en su garganta. –Pude colocar cada idea en su sitio.
–¿Lo pasaste bien con Irene? –Volvió a preguntar, con su sonrisa dulce e inocente, desbocando su pulso y su aliento ante el nombre de la podemita escapando de sus labios. –Sé que quería darte una sorpresa, la ayudé a prepararlo todo... Esa chica está loca pero se nota que le importas muchísimo.
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El Golpe
FanfictionNo era más que una sesión de control, algo rutinario y sin mucha complicación para Inés, acostumbrada a que su rutina no variase un ápice... Hasta que irrumpió el ejército en medio del hemiciclo desatando un auténtico infierno y provocando que solo...