Hola, después de un día muy largo, de presentar Breaking Chains en casa, en Palma y conocer a la maravillosísisma Gloria Santiago, (Gloria si me lees TQM) Por fin puedo actualizar.
Se lo quiero dedicar a mi niña Cris porque es mi angelito, a mi niña Lucia porque estoy orgullosa de ella y a María (Una de las mil del fandom) porque me ha hecho feliz viniendo a la presentación de hoy jeje Gracias MI NIÑA!
Ale, no me lío más, a disfrutar:
III
Sus manos temblaban sin que pudiese mantenerlas quietas, no sabía muy bien si por el frío que se colaba en aquel lavabo aislado o por los nervios recorriéndola, manteniéndola completamente alerta a cada sonido que provenía del exterior, quizás demasiado asustada sin atreverse a admitirlo puesto que, si al general se le cruzaban los cables, podía mandar a sus hombres a buscarlas, podría recibir una nueva paliza o un tiro en la cabeza por su incapacidad absoluta de quedarse callada ante aquello que consideraba injusto.
Desde que esos hombres armados habían entrado al hemiciclo supo que, muy posiblemente, había llegado su final pues se conocía a sí misma demasiado bien y sabía de antemano que no obedecería ni se dejaría pisotear por ellos... Lo que no esperaba era que, precisamente en medio de la crisis más importante que sufría el estado democrático de su país, Inés Arrimadas se pusiera de parto.
Lo primero que pensó fue que fingía, que pensaba usar su embarazo para salir ilesa de aquella situación... Mas le bastó mirar su rostro más de unos segundos para leer en sus gestos el pánico absoluto que solo una madre puede sentir cuando es su hijo el que corre peligro, borrando de un plumazo cualquier duda, su hijo venía al mundo siendo igualito que la madre, completamente inoportuno.
Sabía que debía mantenerse en silencio, Pablo se lo había advertido, pero no pudo hacerlo tras ver la rudeza con la que trataban a Inés, lanzándola con fuerza al suelo y amenazando la vida de su pequeño no nato para que se mantuviera en silencio... Podía caerle mejor o peor, podría no soportarla o simplemente sentir indiferencia hacia ella, pero lo que no podía permitir era que sufriese la crueldad y el sadismo de ese ser infecto que se llamaba a sí mismo general y mucho menos en su estado.
Se puso a sí misma el objetivo de cuidarla, de intentar tranquilizarla, de mantenerla en calma para no empeorar aun más la situación pero, como siempre, su temperamento tempestuoso la llevó a hablar de más, recibiendo aquel castigo en forma de puñetazos que provocaban un ardor molesto en su rostro y terminando encerrada junto a Arrimadas con la orden de asistirla en tan delicado proceso sin tener ni idea de cómo debía proceder.
Inés temblaba, de forma casi imperceptible, sentada contra la pared y sujetando su vientre mientras pequeños quejidos de dolor escapaban de sus labios cada vez que su pequeño se movía o empujaba lentamente, peleando por salir al mundo. Sin pensarlo dos veces, se quitó la chaqueta para intentar acomodarla, pasándola suavemente por encima de sus hombros, viendo al acercarse a ella lo suficiente que tenía el pantalón empapado y con una mancha de sangre que le preocupaba en exceso ya que cada vez se hacía más grande.
–Voy a ayudarte a quitar el pantalón... –Le susurró, colocando lentamente su chaqueta de tal modo que Inés pudiese apartar un poco el frío. –Intentaré ver cuánto dilataste aunque no soy una experta en esto... Cuando di a luz estaba anestesiada.
–Por lo menos has pasado por lo mismo Irene. –Le respondió susurrando, sin apartar las manos de su vientre y siseando de dolor. –Para mí es la primera vez.
Compartiendo con ella una mirada dulce, acompañada de una de sus sonrisas que prometían sin palabras que todo iba a salir bien, Irene desabrochó su pantalón, ayudándole a quitárselo suavemente, sin saber muy bien cómo proceder a continuación.
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El Golpe
FanfictionNo era más que una sesión de control, algo rutinario y sin mucha complicación para Inés, acostumbrada a que su rutina no variase un ápice... Hasta que irrumpió el ejército en medio del hemiciclo desatando un auténtico infierno y provocando que solo...