-¡No, Mariela no lo hagas! -Gritó Alexander mientras saltaba de su cama, pues se encontraba soñando. Buscó en la mesa de noche que tenía al lado de la cama, para ver su teléfono y consultar la hora. Pero no lo consiguió; en su lugar había un sobre y seis dólares los cuales le parecieron familiares, aunque no les dio importancia.
Aún Alexander se encontraba impactado por lo real que le había parecido el sueño, pero no podía detenerse por un simple sueño, así que decidió iniciar su día por lo que caminó hacia la cocina para ver la hora en el microondas y observó que eran las 5:45 a.m. Buscó rápidamente su paño para meterse en la ducha y luego poder ir a su trabajo. Mientras se encontraba bajo el agua fría que salía de la regadera, pensaba: “¿Qué significado tendrá ese sueño? ¿Mariela estará bien? no la veo desde ese día”. Tras salir del baño se apresuró a vestirse para no llegar tarde a su jornada laboral. Una vez vestido este tomo sus cosas y salió al trabajo. Cuando ya andaba en la calle recordó: “¡Mierda mi celular! Bueno ni modo cuando llegue del trabajo lo busco. ¿Por cierto que fecha es hoy? No creo que hoy sea 6 de mayo, ¿o sí? No, hoy es 2 de mayo ¿Por qué habré soñado con un 6 de mayo? ¿Será que algo pasará ese día?”. Todo eso pasaba por su mente hasta que pasó por el frente de la casa de Mariela, quien vivía cerca de él. Mientras iba caminando al frente de la fachada, sintió un empujón frío que venía por detrás del joven, el cual lo hizo tropezar y cuando él volteó a ver quién había sido, se sorprendió, ya que la calle en esa parte se encontraba sola, por lo que se le aceleró su corazón, pero prosiguió hacia su destino. “¿Qué habrá sido eso? Seguro son paranoias mías” -pensó Alexander mientras iba caminando, hasta que llegó a la parada y tomó el bus que lo dejaría en el Departamento Histórico de la ciudad, su lugar de trabajo. Cuando éste llegó, se consiguió a un compañero de trabajo quien notó que el muchacho se encontraba con la mirada algo perdida.
-Alexander, ¿te ocurre algo? -Le preguntó su compañero Diego.
-¿Qué? -Dijo Alexander, quien no escuchó bien lo que le preguntó Diego.
-¿Qué si te ocurre algo? Te noto algo distraído.
-No es nada, solo que ando algo pensativo por un sueño bastante extraño que tuve. Lo que más me extraña es que estaba ambientado en el 6 de mayo y hoy es 2 de mayo.
-¡Que loco! ¿En serio? -Dijo sorprendido.
-Sí, soñé con mi ex y además con un hotel que se quemó hace 40 años.
-Tal vez sea un recuerdo tuyo que tuviste en otra vida.
-¿Tú crees?- Preguntó Alexander con esperanzas
-Puede ser, no descartes esa posibilidad.
-Bueno antes de que comencemos la jornada déjame contarte lo sucedido en el sueño.
Alexander tras terminar de contarle a Diego este se sorprendió y le comentó.
-Ese sueño debe significar algo, déjame revisar que sucesos importantes han ocurrido en esa fecha a través de la historia.
-Vale, está bien. Yo buscaré lugares similares en los mapas, con tal no tenemos gran cosa que hacer en este momento.
-Exacto.
Cada uno se fue a su oficina a investigar, para ver si lograban encontrar algo relevante. El tiempo pasó, pero lastimosamente, Alexander no consiguió alguno de los lugares vistos en el sueño.
Era la hora del almuerzo y Diego no había encontrado nada tampoco.
-¿Conseguiste algo? -Le preguntó Alexander.
-Aún nada, ¿y tú?
-Nada. -Con una mirada y tono de desaliento. –Bueno, supongo que aún nos quedan días, con tal era solo un sueño.
-Tienes razón, no te mortifiques por algo como eso. ¿Vamos al cafetín?
-Vale, está bien.
Se dirigieron al lugar acordado para almorzar. Cuando llegaron se acercaron a la vitrina y eligieron lo que iban a comer. Una vez se decidieron, caminaron hacia la caja para realizar el pago y Diego fue el primero en pagar su pedido, pero cuando Alexander fue a realizar su pago, aparecía en la factura “fondo insuficiente”. Esto le parecía raro a Alexander, debido a que él alegaba tener dinero en su cuenta bancaria. Diego al ver lo que sucedía se acercó y le preguntó:
-¿Qué ocurre Alexander?
-Que en la factura me dice fondo insuficiente y yo tengo dinero en la cuenta, recuerda que Bárbara me pago el dinero que me debía ayer. Y yo no he realizado algún gasto. -Dijo Alexander algo preocupado y consternado.
-¿Estás seguro de que no has realizado ningún gasto?
-Claro, apenas salimos ayer del departamento fui directo a la casa, recuerda que me moría del sueño.
-Cierto, bueno, déjame pagarte el almuerzo y luego me lo pagas tú, ¿te parece?
-Vale, está bien. Cuando estemos en la mesa me prestas tu celular para revisar mi cuenta. -Con un tono de molestia, pero un poco más calmado.
-Ok.
Una vez Diego realizó el pago, ambos se dirigieron a la mesa y mientras comían Alexander comentó:
-Si esto sigue así me volveré loco.
-No te preocupes, que tal vez solo sea tu imaginación. Por cierto, ¿no ibas a revisar tu cuenta bancaria? -Tratando de calmar a Alexander.
-Tienes razón, préstame tu celular.
Diego le presta su teléfono a Alexander para que pueda acceder al portal electrónico del banco y así pudiese revisar los últimos movimientos realizados. Cuando Alexander logró entrar a consultar sus movimientos bancarios, su corazón comenzó a latir rápidamente, su piel se tornó blanca y sentía como si se fuese a desmayar. Resulta que observó que de $21 que le habían depositado el día anterior, sólo le quedaba $1, ya que le aparecía reflejado un gasto en una pastelería de $5, y uno de $15 en un hotel, el cual no reflejaba su nombre.
-Mi… mi… mira -dijo Alexander perturbado, mientras le mostraba el celular a Diego para que observara los gastos realizados.
-¡Mierda! No me digas que esos son los gastos que tuviste en el sueño -dijo Diego sorprendido.
-Me temo que si -dijo Alexander preocupado.
-Eso es prácticamente imposible -comentó Diego algo asustado.
-¿No es qué era un simple sueño? -dijo Alexander con un tono sarcástico.
-Vamos a tratar de resolver este problema inmediatamente antes de que sea demasiado tarde para ti. -Comentó Diego preocupado.
En eso Diego se percató de la hora y ambos subieron a las oficinas, ya era casi la hora de entrada.
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Seis de mayo
Mystery / ThrillerAlexander, un joven de 25 años de edad se enfrenta a la curiosa reaparición de su ex, quién extrañamente parece estar acosandolo tanto en el plano terrenal como en el de los sueños. Teniendo que recavar en los hechos de su pasado para resolver el mi...