Grite.
Grité hasta que mi garganta se desgarró.
Lloré hasta que mis ojos se secaron.
Mis gritos eran opacados por el odio, no podía escapar de el; incluso al cerrar mis ojos ahí estaba esperándome como un viejo amigo.
Grite y grite.
Pidiendo ayuda pero nadie me escuchaba.
Solo aplaudían.
Sus aplausos opacaban mi dolor.
Todos aplaudía creyendo que lo que decía era arte.
Pero nadie vio que estaba rota, que pedía auxilio,que me estaba cayendo a pedazos.
Nadie lo noto pero todos siguieron callando mis gritos.
Grite y grite, pero de nada sirvió.
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Pequeños Cuentos
RandomAquí encontrarán un cuento diferente en cada capítulo, habrá de todo romance, misterios, aventura, ciencia ficción, vida cotidiana.