Esa noche oscura el cielo se ilumino por Selene, todos admiraban su belleza, en medio de un claro un pequeño bebé de piel blanca cubierta de linares, de ojos whiskey y cabello alvino como a nieve. Ese día nació el hijo de la luna sobre la tierra, un hijo humano.
El pequeño creció junto a una manada, sus hermanos, ya que su madre había creado a los hombres lobos, aquellas maravillosas criaturas que le aullaban cada noche. Conforme el niño crecía otras criaturas lo buscaban para admirar su belleza y ver al famoso hijo de la diosa luna, el niño era amable, puro y de un gran corazón, era el más puro que existía y aunque muchos lo admiraban y lo cuidaban como una joya pero había quienes querían corromper su profundo corazón.
Todas las noches el pequeño miraba a su madre, sus hermanos le habían dicho que había llegado un día sin explicaciones, él era diferente a todos los demás no solo por su cabello alvino sino por su sabiduría y facilidad para socializar.
El niño creció hasta convertirse en un hombre que se volvió el líder, el alfa de aquella manada, la oscuridad siempre quiso corromperlo pero nunca llego a él, era malvada y fría pero lucho contra ella.
Una noche el ahora adulto se sentó sobre una roca recordando aquella conversación que tuvo años atrás con quien consideraba su hermano mayor.
- ¿Por qué soy diferente? - preguntó el pequeño de apenas seis años
- Nuray, tú eres el hijo de Selene, nuestra madre, la diosa de luna. Ella te dejó en este mundo para guiarnos para que una parte de ella siempre estuviera con nosotros, tus hermanos. Eres una luz brillante que ilumina nuestro mundo
Selene había dejado a su pequeño en la tierra sabiendo que cuidaría y guiaría a sus otros hijos por el amino de la luz y los alejaría de su enemigo; la oscuridad.
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Pequeños Cuentos
De TodoAquí encontrarán un cuento diferente en cada capítulo, habrá de todo romance, misterios, aventura, ciencia ficción, vida cotidiana.