Gritos Silenciosos

17 3 9
                                    

El dolor, la felicidad, la tristeza. Emociones sencillas, las conocemos desde que somos niños, sabemos manejarlas. Pero uno crece, cambias y la vida se desmorona frente a ti.

Te das cuanta de las cosas que suceden a tu alrededor, cosas que tal vez ignoraste de niño o fingiste no ver pero ahora todo cae como un peso que no te deja respirar. Si eres como yo comenzaste a guardar tus lágrimas, las cambiaste por un nudo en la garganta tan doloroso que piensas que sangraras, tus puños cerrados de una manera en la que tus uñas terminan enterradas en tus palmas. La sangre corre pero solo te quedas parado tratando de no derrumbarte. También comenzaste a fingir una sonrisa cuando te lastiman, cuando las palabras calan en lo más profundo de ti y solo ríes cuando dicen que es una broma o que no te lo tomes mal. Te volviste alguien con una coraza de hierro, una sonrisa siempre en tus labios, chistes saliendo de tu boca aunque por dentro estés roto y vacío.

¿Yo soy quien esta mal? ¿Merezco esto? Tal vez sí, no he sido la mejor. ¿Qué pasaría si desaparezco? ¿A alguien le importaré? ¿Alguna cambiara? ¿Realmente hay personas a las que le importo? ¿Vale la pena seguir aquí? ¿Vendrás cosas mejores? ¿Alguien me amará por quien soy realmente?

Esos gritos silenciosos sin respuesta rondan siempre dentro tuyo pero cuando alguien te pregunta cómo estás, solo sonreís y dices que todo bien. Sabes que solo preguntan por educación, a ellos no les interesas realmente. No eres nada para ellos y ya te has acostumbrado a ese dolor en tu pecho; ese que has tenido desde la primera vez en tu casa cuando tus padres pasaron de lado y solo se dedicaron a tu hermana, dónde te diste cuenta de que solo eras un estorbo y no importabas. Algo con lo que has aprendido a vivir.

No importa que tuvieras "amigos" porque ellos simplemente te traicionaron y dejaron a pesar de que les dijiste que eran todo para ti, que darías hasta tu último aliento por ellos. Ahí también te diste cuenta de que no puedes esperar nada de los demás porque solo terminarás decepcionado. Ya no puedes confiar en otros porque al final simplemente te traicionaran o tendrán amigos más importantes que tú.

Días donde solo te quedas en tu cama pensando en todas las personas, todo lo que te ha sucedido, el dolor permanente en tu pecho y tus ojos vacíos, perdidos en algún punto de la oscuridad. Ves tu celular y ni un mensaje, ahí es donde una sola frase cruza tu mente: Es verdad, no soy importante para nadie. Estoy solo, como siempre.

Tal vez en este punto te preguntes el por qué me oculto. Porque es lo que pareciera que hago, ¿no es así? La respuesta es sencilla y como TJ Klune alguna vez dijo: "Porque era más sencillo. Porque lo había hecho todo el tiempo que podía recordar Porque era más seguro que estar bajo el sol y dejar entrar a la gente. Era mejor ocultarse y vagar que revelar y saber la verdad."

Sino eres como yo, entonces felicidades. No estás envuelto en este mar caótico de ir y venir, en estos gritos silenciosos que nunca saldrán a la luz. Sigue como eres pero si llega un momento donde caigas en esta tormenta recuerda mis palabras: Puede parecer una pesadilla interminable pero terminarás acostumbrándote a la oscuridad en tu corazón y dolerá y tal vez nunca deje de hacerlo pero aun quedan muchos momentos que jamás olvidarás y por los que valdrá seguir.  

Pequeños CuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora