Pequeños Cuentos

Dos Hermanos

Un pequeño rubio de preciosos ojos grises caminó hasta el sofá donde su padre se encontraba, un hombre pálido de ojos grises opacos de cabello azabache, tenía una gran cicatriz de quemadura en la mitad de su rostro.

- Papá cuéntame esa historia, ya soy grande - le pidió el pequeño de doce años a lo que el mayor rio divertido

- De acuerdo, esta es la historia de dos hermanos que eligieron diferentes caminos para encontrar la justicia

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En un pequeño pueblo donde todos se conocía vivían los único gemelos, dos pequeños de cabello azabache, Alastar, el mayor tenía unos hermosos ojos grises mientras que Thomas, el menor tenía unos ojos azules brillantes. Los gemelos también eran los hijos de los mejores brujos en el pueblo pero debían mantener un perfil bajo con los humanos, sus poderes debían ser mantenidos en secreto de los humanos.

Al cumplir los 13 años su vida cambio por completo, ellos habían perdido a su madre cuando eran apenas unos bebés de tan solo unos meses, su padre fue quien los crió y cuido pero aquella noche estaban saliendo de la casa de la mejor amiga de su padre cuando un hombre cubierto con una gran capa negra apreció frente ellos, era un brujo oscuro. Él les arrebató a su padre, Thomas de inmediato se había arrodillando al lado de su padre mientras las lágrimas corrían por sus mejillas pero Alastar jamás olvidará esos ojos carmesí que lo veían con una profunda oscuridad al igual que el símbolo de dos espadas cruzadas en el dije que colgaba del cuello de ese hombre.

Desde ese día la vida de los gemelos cambió por completo, nadie quería separarlos así que los pequeños fueron al único orfanato en el pueblo juntos pero los años no estuvieron a su favor. Dos años después de la muerte de sus padres un hombre adoptó a Thomas llevándoselo a Nueva York donde comenzó a entrenar para ser una gente del FBI mientras que Alastar se quedo en aquel orfanato solo, comenzó a investigar acerca de ese brujo y comenzó a guiarse por lugares oscuros.

Diez años pasaron y ambos habían elegido sus caminos para encontrar al brujo oscuro que le había arrebatado la vida a su padre. Thomas creció volviéndose el mejor agente de FBI de su generación, mientras que Alastar había escapado del orfanato y unido a un grupo de rebeldes que trataban de que se aceptaran a los magos en el mundo, enfrentaban todo desde la oscuridad, no tenía miedo de mostrar quienes eran y acabar con quien fuera que se interpusiera en su camino. Uno había elegido el camino de la luz mientras que el otro el de la oscuridad.

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Thomas se encontraba frente a su hermano, Alastar había cambiado esos diez años, ya no era aquel hermano amoroso con un brillo hermoso en los ojos, ya no era aquel hermano que no podía dañar a nadie ahora frente a él tenía a un hombre frío y sin brillo en sus ojos. Thomas había rastreado junto con su equipo al líder del grupo de rebeldes pero jamás imagino que sería su hermano, en cierta forma entendía porque su hermano actuaba así pero no quería que se fuera por ese camino de oscuridad.

- Alastar, se que estás enojado. Lo entiendo, créeme sé lo que se siente pero estás cometiendo un error; el camino del odio y oscuridad es peligroso, tomas el primer paso y después es difícil regresar, lo único que hace es alejarte y aunque parezca malo se siente bien, lo sé. ¿Qué no ves que este camino dejará una marca permanente en ti? Al principio se siente bien pero luego poco a poco se vuelve cada vez más oscuro y cada día que pasa te vas alejando de la luz. - se quedó un momento en silenció viendo los frío y opacos ojos de su hermano - Y cuando menos te des cuenta vas a perder tu camino, tu tranquilidad, tu cabeza y cada cosa que pierdas será más difícil encontrarle una excusa, perderás tu fe y tu alma hasta que pierdas el control y no quede nada más que perder. - soltó un suspiró lleno de tristeza - Al, confía en mi convertirse en una clase de villano en la oscuridad no es la solución

- ¿Eso es lo que piensas que soy? - preguntó Alastar casi con burla - Mi camino siempre fue negro desde que me quede solo pero créeme yo llevo las riendas de este camino que elegí. - esbozó una ligera sonrisa cargada de tristeza - Sí, es verdad mi camino es oscuro pero veo donde termina, encontraré a ese hombre y pagará por lo que le hizo a papá, a nosotros - sus ojos mostraron un brillo de odio y molestia, se acercó unos pasos a su hermano - No soy como tú, cuando quisiste elegir este camino perdiste el juego pero tú y yo no somos lo mismo, no nos parecemos. Yo no estoy perdido y este camino fue el que yo elegí. Así que yo decidí perder mis dudas y mis cadenas, perdí cada debilidad que tenía, ahora ya no tengo nada que perder - le dijo de manera seria sorprendiendo a su hermano

- Al todavía hay mucho de lo que puedes aferrarte, aún estoy yo. Todavía tienes tiempo, ven a mi lado, usa tus poderes para el bien, encontraremos al hombre que nos arrebató a papá de la manera correcta. Puedes tomar una buena decisión hermano - le dijo Thomas extendiendo su mano al frente - No seas ciego hermano y ven conmigo, estaremos juntos de nuevo

- Deberías salir de aquí, no es seguro para ti - le dio la espalda comenzando a caminar - te libero de esta carga hermanito, desde hoy no nos conoceremos - soltó un suspiro de tristeza - Ahora ya no tengo nada más que perder, adiós Thommy

Esa fue la última vez que Thomas tuvo una conversación con su hermano ya que mese después habían logrado localizar al brujo que había acabado con su padre y ahí estaba su hermano con el cuerpo inconsciente de ese brujo a sus pies.

- Deben salir de aquí, el lugar va a estallar - fue lo último que escuchó Thomas de su hermano

Cuando el menor salió de aquel lugar se reguardo lejos esperando ver salir a su hermano pero solo lo vio desde dentro regalándole una sonrisa y esa fue la última vez que lo vio antes de que el lugar estallará en llamas.

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- ¡Nooo! ¿Qué paso con ellos? ¿Alastar de verdad murió? - preguntó el niño

- Alastar sobrevivió pero el brujo oscuro no tuvo tanta suerte, al tener su justicia decidió alejarse y ocultarse para vivir una vida tranquila pero toda la vida tendría un recordatorio de aquella explosión. Al final él se casó y tuvo una familia

- ¿Y Thomas?

- Él siguió en el FBI pero gracias a él nosotros los magos podemos vivir sin ocultarnos

- ¿Ellos se volvieron ver alguna vez? - preguntó el pequeño con curiosidad

- Thomas nunca volvió a ver a Alastar pero sabía que él lo cuidaba, ahora ve con tu madre - le dijo el mayor bajando al pequeño de su regazo

- De acuerdo, no tarde en venir papá

El niño salió de la habitación mientras que el hombre se paró al lado de la ventana viendo por ella a Thomas quien se encontraba saliendo de la casa de enfrente con unos mellizos tomados de su mano.

- Siempre estaré a tu lado hermanito...