Descendientes - La subida de las montañas rocosas

34 3 4
                                    


-EL VALOR XXII-


— Terrence ¿cuánto falta para llegar a Crims? —

El trote de Terrence no había cesado en todo el camino. Y además el cielo se estaba oscureciendo, aunque exactamente no era de la noche, estábamos casi a mediodía, no podía estar oscureciendo, pero era más que la oscuridad, porque las nubes se juntan para lograr una tormenta perfecta.

— no falta mucho, príncipe, mire —dirigí mi mirada hacia adelante.

Y ahora lo veía realmente, pues a diferencia de todo este lugar, unas enormes rocas se alzaban, dando fin por completo al desierto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y ahora lo veía realmente, pues a diferencia de todo este lugar, unas enormes rocas se alzaban, dando fin por completo al desierto.

A medida que nos acercabamos, las enormes rocas de la ciudad parecían más y más empinadas. Casi como si fuesen riscos en el desierto.

Pero, no veía ciudad alguna, lo que me llevaba a preguntarme si en verdad este lugar era un ciudad o solo un montón de rocas, pero Terrence había estado más tiempo aquí que yo y sabía todo del Submundo, tal vez al otro lado de este lugar, podría h...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pero, no veía ciudad alguna, lo que me llevaba a preguntarme si en verdad este lugar era un ciudad o solo un montón de rocas, pero Terrence había estado más tiempo aquí que yo y sabía todo del Submundo, tal vez al otro lado de este lugar, podría hallarse el lugar donde secuestraron a Tristán.

Pero, no veía ciudad alguna, lo que me llevaba a preguntarme si en verdad este lugar era un ciudad o solo un montón de rocas, pero Terrence había estado más tiempo aquí que yo y sabía todo del Submundo, tal vez al otro lado de este lugar, podría h...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pare en cuanto las rocas empezaron a invadir las patas de Terrence, pues sería un crimen subir esto encima de Terrence, lo haría a pie, parecía muy empinado.

Así que bajando de él, tome las riendas guiandolo junto a mí, cruzando rocas para poder llegar a la subida de estas enormes rocas.

Así que bajando de él, tome las riendas guiandolo junto a mí, cruzando rocas para poder llegar a la subida de estas enormes rocas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿seguro que está al otro lado? —cuestione un tanto nervioso viendo como mis botas se atascaba en algunas rocas.

Oí un relincho de Terrence, más no palabras.

Bien.

Ahora entendía el porqué el cielo se oscurecía, pues a medida que me adentraba en este lugar, las nubes parecían más y más oscuras.

Respire hondo, tratando de mantener la calma con cada paso que daba para subir a este lugar.

Solo esperaba que Tristán realmente estuviese bien.

Y con un último esfuerzo, subí las últimas rocas y tome posición sobre ellas, fue en cuestión de segundos en que mi mirada se clavó en una ciudad bajando todo este montón de rocas.

Y como era de costumbre un enorme portal se hallaba con un nombre escrito. Bajando este enorme risco se hallaba un portal deteriorado pero entendible, donde las palabras yacían.

SALAZEN GRUM

Fruncí mi ceño. Jamás había escuchado un nombre así...

Pero al menos la bajada hacia ese lugar era más fácil que la subida, eran escaleras por lo que no era tan difícil como lo otro.

La bajada fue mejor de lo que esperaba, así que en minutos estuvimos bajo el enorme arco, entrando a través de él.

También a través de todo esto, pude notar el enorme palacio que se alzaba entre toda una ciudad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

También a través de todo esto, pude notar el enorme palacio que se alzaba entre toda una ciudad. Trague fuerte.

Parecía una ciudad abandonada, a diferencia del desierto, este lugar estaba infestado de enredaderas que se alzaban entre tanta destrucción y ahora lo único que sabía era que estaba en una ciudad llamada Salazen Grum, donde se encontraba un enorme castillo, lo cual me daba indicios de que tal vez allí dentro estaría Tristán enjaulado.

Estaba tan cerca.

— yo lo distraeré, tú acaba con él —dijo Tristán.

El idiota pensaba que podría solo.

— RYAN TOMA MI MANO —y cuando menos lo pensé, Trsitán había venido a por mí en su corcel blanco, había entendido su mano hacia mí, fruncí mi ceño y lo tomé.

Me había salvado de ser tragado del Galimatazo.

El Príncipe Rojo: La prueba de un príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora