Descendientes - Chester el pequeño gato sonriente

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-EL VALOR XVII-

Caminaba junto a Chester, bueno yo caminaba, él estaba sobre mi hombro.

Era un gato peculiar, jamás había visto uno tan extraño como él, era un gatito bebé, pero también era más grande de lo normal.

— dime Chester, ¿Tienes familia? —

Supongo que en este lugar todos eran muy habladores, inclusive los animales, pero para ser sincero, creo que Chester era el primero que me caía así de bien.

— sí señor, mi papá me está enseñando a manejar mi desaparición y mi reaparición, pero no he avanzado mucho con eso —masculló algo decepcionado— tampoco puedo volar muy bien, solo unos cuantos centímetros lejos del suelo —

— ¿Volar? —fruncí mi ceño.

— volar, desaparecer, reaparecer, chestar, cambiar de formas, sonreír —

— a ver, a ver —pare de caminar extrañado— ¿quieres decir que sabes hacer todo eso? —

— no todo, pero muy pronto lo sabré —dijo con orgullo.

Removió sus orejas de manera inocente.

No creo que donde está Meido sea muy normal ver gatos hablando, ni siquiera en la isla habían gatos así, ¿Qué decía? No había ni gatos.

Bueno, una sola era considerada gato, Chesta, ella era muy famosa por escabullirse entre los tejados y robar cosas con sus amigos que intentaban hacer cosas gatunas como ella.

Pero, ¿era Chesta de aquí?

¿Era Chesta del país de las Maravillas?

— señor, ¿Qué lo trae esta mañana al bosque? —

Suspire pesadamente, a decir verdad, solo estaba perdido.

— Mi caballo se perdió, se llama Blake ¿Lo has visto? —cuestione con una ceja alzada mirando de reojo a Chester.

Parecía pensarlo— no, pero creo saber quién te puede ayudar —dijo convencido.

El humo aún estaba presente, tosí levemente, pero aún también podía ver a Chester en mi hombro.

— ¿Tienes amigos gatunos Chester? —

— no, pero esta Absolem, él lo sabe todo, puede ayudarte —

¿Ayudarme? Volví mi mirada al frente. Por lo poco que veía no había rastros de Blake, ni de Tristán.

— ¿Has visto a algún muchacho de cabello blanco, prejuicioso y para nada atractivo? —cuestione arrodillado en el suelo y viendo mas de cerca, tal vez las huellas de Blake estarían por aquí.

— ¿muchacho de cabello blanco, prejuicioso y para nada atractivo? parecía pensarlo— ¿Qué es prejuicioso? —baje la cabeza rendido, era claro que un pequeñín como él jamás sabría que es "prejuicioso"— aunque diciendo todo ello me viene a la cabeza ¿No estará buscando un soldado de la reina Mirana? —cuestiono impresionado.

— algo así —al menos atinó en que pertenece al castillo de Marmoreo— ¿Conoces a la reina Mirana? —cuestione levantándome del suelo.

— uh sí, siempre tomamos el té, justamente iba hacia allá, mi padre me dijo que me adelantará para tomar el té —

— ¿Qué haces aquí? Deberías estar allá —

— me encontré con usted, parece perdido y mi padre siempre dice que una persona perdida es fácil de asustar y divertido —

Alce una ceja— ¿Qué clase de cosas te enseña tu padre? —cuestione con cierto tono burlesco.

Aunque a decir verdad, eran cosas mejores de las que me enseñaba mi madre.

— las vitales para un gato maravillosesco como yo —admitió sonriente.

Palabras extrañas.

— bueno, seguro conoces al príncipe Tristán, es a quien estoy buscando —

— dijo que era un caballo —masculló a mi lado.

— bueno, bueno, son dos cosas que estoy buscando —aclaré.

— ¿El príncipe Tristán está con usted? —pronto comenzó a ronronear sobre mí.

— ¿Lo conoces? —

Alzó sus orejas y su cola— él es mi hermano mayor, él siempre me ha protegido —realmente estaba encantado.

— ¿Lo consideras tu hermano mayor? ¿No tienes más hermanos? —

— bueno, mi hermana mayor, Chesta, pero ella no me quiere —le atine, entonces Chesta sí pertenece aquí.

— ¿Por qué dices que no te quiere? —cuestione dudoso.

Pero algo en su mirada baja me hizo entender que realmente él no quería hablar sobre eso.

— ¿Donde dijiste que estaba tu amigo que me ayudaría? —tampoco iba a obligar a un niño a hacer eso.

— Absolem —había levantado su ánimo— de hecho caminaste justo hacía su lugar, está aquí —comentó emocionado— solo hay que cruzar entre los dos hongos morados de ahí y podremos hablar con él.

El Príncipe Rojo: La prueba de un príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora