Descendientes - Una relación rota

44 4 1
                                    


-EL VALOR XVI-

No respondí.

Pero me acomode en el sillón, ¿por qué de pronto hablaba de Meido?

-—  ¿por qué entre tantas personas en la isla te fijaste en Meido? —

¿Cómo osaba a hablar tan de pronto de Meido?

Desvié mi mirada.

— Ryan —

— No tengo que hablar de esto contigo, Tristán —

— Ryan —

— déjame en paz —masculle con fastidio.

No entraría en detalles con el sobre Meido, además ¿qué le importaba?

— No, habían muchas en la isla, Ryan —me levanté y le ignore, no tenía tiempo para esto, iría a tomar aire, pero Tristán fue más rápido y tomó mi brazo obligándome a detenerme, fruncí mi ceño y me separe de inmediato de él.

— ¿que rayos te sucede? —

— ¿por qué? —

Reí en seco— ¿por qué? —cuestione sin gracia y lo empuje con mi manos— ¿por qué tú? ¿por qué habiendo un montón de regiones te vienes a fijar en la hija de una villana? Ella y yo somos iguales, sé cómo es Meido, la conozco perfectamente, entonces ¿por qué te atreves a preguntarme? ¿cómo te atreves a cuestionarme? Tristán, yo la vi primero —

— entonces ¿por qué terminaron? —

Ese día... Estaba enojado con ella, porque no pensaba igual que yo, porque me dijo débil, estaba enojado, tal vez me sobresalte demasiado, pero quería que se disculpara, aún así, jamás espere que Mal viniera y me ofreciera algo así.

Muchos dicen que eres muy rudo —la voz de la hija de Maléfica había invadido mis oídos.

Primero Meido huía y luego me encontraba a la hija de la enemiga de mi madre, si supiera donde estoy seguro me diría adefecio.

no estoy de humor —seguí mi camino sin mirarle, pero fue Jay el que se interpuso en mi camino y me obligó a retroceder.

— no estoy de humor —seguí mi camino sin mirarle, pero fue Jay el que se interpuso en mi camino y me obligó a retroceder

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gruñí, pero el fue mas fuerte y tomó mis hombros haciéndome girar hacía Mal.

eres muy amable en girarte para escucharme —sonrió complacida.

— eres muy amable en girarte para escucharme —sonrió complacida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Príncipe Rojo: La prueba de un príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora