Descendientes - El final del Sota

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-EL VALOR XXVII-










NARRADOS OMNISCIENTE


Dicen que en el País de las Maravillas tu posición determina cuánto puedes significar, que si eres una persona sin insignia alguna o un poco de locura, tu futuro será prometedor.

Era hora de empuñar el arma que Ryan tenía en mano, lanzándolo contra el sujeto de parche, Ilosovic Stayne luchaba contra Ryan creyéndolo un simple príncipe que en cualquier momento quedaría exhausto por su gran sed de sangre, planeaba derrotarlo y también al príncipe Tristán de esa manera les cortaría la cabeza y terminaría entregandolas a la reina Mirana para demostrarle de lo que realmente era capaz.

Desgraciadamente esos no eran los planes de los príncipes, porque Ryan no era el típico príncipe que se rendiría fácilmente, ahora quería demostrar el tipo de príncipe que sería hoy y después, qué sería de ahora en adelante, pues ya estaba escrito en su destino.

Tristán por su lado retenía a las grandes bestias con sus poderes, le resultaba tedioso porque no podia destruirlos, aún así hacía todo lo posible por mantenerlo al margen, pero era difícil cuando su primo era el que portaba la corona, aún así, Tristán se la cedió, dándolo control por completo.

Le había dado la corona del Rey del Submundo, la corona ahora portaba por el legítimo heredero Ryan Crims, hijo de la reina Iracunda Crims y futuro rey del Submundo, junto a Tristán.

Ryan hacía todo lo posible por contrarrestar los golpes, mientras Ilosovic Stayne veía que no tenía mucho éxito con el principito. Un desvío de la espada de Ilosovic Stayne y Ryan daba un giro quedando al otro lado de este, la única forma de hacer que Ilosovic Stayne quedara indefenso.

Las pájaros Jubo-Jubo alardeaban alrededor de ellos, aleteando y graznando con fuerza, para ver quien sería su cena, aún así Ryan no desistió de luchar. Ilosovic Stayne no creía que un príncipe siguiera luchando de esa forma, pero él lo hacía.

Tristán por su parte hacía muros de cristal intentando detener a los espectadores feroces con escudos de hielo a fin de no permitir que nadie interviniera en esa pelea, mientras trataba de liderar por completo el congelamiento del cuerpo del Galimatazo con una mano y con la otra detener a los pájaros Jubo-Jubo.

Había algo ciertamente curioso en Tristán, pero nadie nunca escuchó hablar de un príncipe nacido en el País de las Maravillas con tremendas habilidades, hasta la llegada de Tristán.

Tristán expandió aún más su poder e hizo una gran pared de hielo, así le daría más tiempo a Ryan de seguir luchando.

— NO ME VENCERÁS NIÑO —mágicamente las palabras de Ilosovic le causaban gracia a Ryan, quien con una sonrisa respondió.

— ¿has jugado ajedrez alguna vez? Sota —Ilosovic detestaba que lo llamarán Sota, así que arremetió contra Ryan, pero este lo esquivo con facilidad.

Tantos años viviendo en la isla y protegiéndose de su madre y sus ataques le habían enseñado perfectamente que un demente con espada era fácil de hacer enojar y que también perdiera la cordura.

Así que con un ataque lateral y un codazo en su quijada, hizo que el Ilosovic retrocediera y una vez hecho eso, con mucha confianza se apoyó de una pared de hielo de Tristán y arremetió contra Ilosovic dejándolo tendido en el suelo, nuevamente tuvo su espada contra el cuello de este y su mano bajo el pies de Ryan trataba de enterrar la daga.

Ryan tomó la daga en su mano y respiró hondo— la cuestión es que en el ajedrez... —miro la daga y silbo, volviendo su mirada a Ilosovic—  tú eres un peón y yo soy el Rey, en pocas palabras —fue entonces cuando Ryan enterró la espada a un lado de la cara de Ilosovic asustando—  yo siempre podré sacarte del juego —

Tristán dio fin al alardeo del Galimatazo, incrementando su poder y formando una gran montaña de nieve que cubrió por completo el cuerpo del Galimatazo, dejando solo su cabeza por fuera.

El Príncipe Rojo: La prueba de un príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora