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Desde que la raza de los elfos empezó a decaer tras el ascenso de Sauron y sus siniestros secuaces, la Tierra Media dejó de ser un lugar resguardado por ellos. Solo unos pocos se quedaron para luchar, pero la gran mayoría partieron a Aman en busca de paz y protección. El reino del Bosque Negro no fue la excepción y fue cuestión de días que varios grupos abandonaran su hogar. A Tauriel ya no le quedaba nada que ofrecer. Por lo que, cuando Thranduil le sugirió que se marchara junto con los demás, ella aceptó sabiendo que allí donde se dirigía, tendría la oportunidad de rehacerse y empezar de cero.
Aquella mañana partió con cien elfos más. Y a consecuencia de una serie de emboscadas que tuvieron lugar en el trayecto, ella y otros doce se desviaron del sendero de arena y se perdieron en las tinieblas del bosque. Tauriel y sus compañeros habían vivido en este bosque durante milenios, así que pensaron que fácilmente volverían a reencontrarse con el resto de la agrupación. Pero, por desgracia, tardaron más de lo que previeron. Aquí el tiempo parecía transcurrir con lentitud y pesadez. Y tras semanas de búsqueda, desaparecieron en las profundidades del Bosque Negro.
La pequeña corporación estaba hambrienta, agotada y sedienta hasta el punto que algunos comenzaron a enfermar. La magia negra los abatía y ya hacía días que sus suministros se habían agotado. Ya no disponían ni de agua ni de comida. En una de sus muchas paradas, los elfos decidieron pasar la noche bajo un enorme árbol que los protegería de la lluvia y de los depredadores. Cuando todos cayeron en un sueño profundo, Tauriel se dispuso a ir al río a rellenar algunas cantimploras para evitar que el grupo muriese deshidratado. Se pasó un buen rato buscando ni que fuera un pequeño ciervo para comer. Nada de nada.
Y cuando parecía que la situación había acabado con ella, surgió un milagro. Encontró un interminable camino de bayas justo frente de sus ojos. Se acercó con somnolencia y las contempló desde cerca durante al menos cinco minutos. Sabía que ninguno volvería a reunirse con la compañía porque estaban demasiado lejos y hundidos en el bosque como para que pudieran escapar.
Así que, siendo consciente de lo qué eran esas bayas y lo que provocaban cuando se consumían, recogió todas las que pudo y las llevó hasta su punto de encuentro. Con delicadeza, llegó hasta los elfos desnutridos y les repartió un par a cada uno.
—¿Qué es eso...? —preguntó uno con debilidad y la voz hecha a pedazos por la falta de agua.
—Un arándano.
Las engulleron, famélicos. Hasta que al poco rato el veneno hizo su debido efecto y empezó a asfixiarlos hasta acabar con sus vidas, incluida la de Tauriel. El suicidio fue la única salida que había encontrado para salvarse a sí misma y a los demás, para al fin terminar con esa pesadilla despiadada. Ahora ya no había marcha atrás.
El verdadero milagro ocurrió cuando, al fin, las arañas los encontraron y pudieron alimentarse de sus cuerpos luego haber estado trece días sin probar bocado.
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𝐂𝐀𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐋𝐀𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒 ▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔ IV LA DECISIÓN DE TAURIEL
Algunos pueden marchar pero yo nunca olvidaré el pesar de perder mi alma Guerra y mal aquí no me puedo quedar debo seguir a la luz que me llama
Bajo cada esperanza son los pasos los que nos arrastran Las ilusiones siguen abiertas y allí dónde vamos nunca estarán cerradas
Es la oscuridad Es la oscuridad la que nos maneja Es la oscuridad, hay que avanzar pero el bosque no nos deja
Los ojos se apagan nuestros pulmones son una lluvia de cenizas Veo añil que necesito tomar y beberme todo su veneno
Es la oscuridad Es la oscuridad, la que nos corrompe Es la oscuridad No podemos aguantar Olvida tu pasado y come
▔▔▔ IV TAURIELS BESLUTNING
Noen kan marsjere men jeg vil aldri glemme tristheten av å miste sjelen min Krig og ondskap Jeg kan ikke bli her Jeg må følge lyset som kaller meg
Under hvert håp det er trinnene som drar oss Illusjonene er fremdeles åpne og hvor vi går vil de aldri bli stengt
Det er mørket Det er mørket den som driver oss Det er mørket vi må avansere men skogen vil ikke la oss
Øynene går ut lungene våre eret regn med aske Jeg ser indigo hva trenger jeg å ta og drikk all giftet
Det er mørket Det er mørket Den som ødelegger oss Det er mørket Vi kan ikke holde på Glem fortiden din og spis
