𝗟𝗔 𝗜𝗥𝗔 𝗗𝗘 𝗢𝗥𝗢𝗣𝗛𝗘𝗥
Oropher's Sinne
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—¡Nana! ¡Nana! —chillaba en lágrimas un crío cuyo nombre era Thranduil. No quería despegarse del vientre abultado de su madre, que yacía muerta en el suelo con la garganta abierta y los ojos nulos. Apestaba a sangre, a muerte, y aun así el niño no estaba dispuesto a separarse de ella.
Oropher, quien en ese momento no era más que un elfo sindar sin nombre ni títulos, contemplaba la escena con inquina. Era uno de los pocos que había sobrevivido a la masacre de Doriath, y si no se daba prisa, ese puñado de enanos asesinos, violadores y salvajes que lo observaban a sus espaldas con ansias de abrirle el cráneo, lo convertirían a él y a su hijo en dos cadáveres más.
—¡Thranduil, vámonos ya! —clamó, enfurecido y contrito.
—¡Lá, padre! —Negó con la cabeza, aferrándose mucho más al difunto cuerpo—. ¡Nana! ¡Nana!
—¡Nana está muerta, hijo! ¡No se despertará! ¡Déjala y vámonos ya! ¡Si nos quedamos, nos matarán a los dos! ¿Quieres que acabemos como ella? ¡¿Es eso lo que quieres?!
Thranduil negó de nuevo. Esos pérfidos enanos, quienes contemplaban la escena y se reían de la tragedia, empezaron a perder la paciencia. Les habían dado dos minutos para largarse de la ciudad, pero el niño no se movía y su padre tampoco. Y Oropher, herido y destrozado, también se estaba alterando, porque sabía que si ambos no se iban, en menos de sesenta segundos estarían igual de muertos que su esposa.
—Anda, sostén eso —exigió un enano a su compañero. Le prestó su arco y sacó la espada, dispuesto a ejecutarlos—. ¡Me muero de ganas de regar esa apestosa calle con su sangre!
Los enanos lo animaron, alzando sus armas al cielo y clamando que los matara de una vez. Y con ello, la paciencia de Oropher se agotaba. Comido por la cólera y con ganas de espabilar al niño, lanzó lo poco que llevaba encima y se acercó violentamente a su hijo, tirando de él por las axilas para que se desenganchara de su madre.
—¡Ya está bien! ¡Obedéceme de una puta vez!
—¡LÁ! ¡LÁ! ¡NANA! —clamó más ruidosamente, reteniendo su brazo y sus ropas rasgadas.
—¡Tenemos que irnos! ¡Suéltala, Thranduil! ¡Está muerta, joder!
—¡NANA! ¡NANA! ¡NANA!
Cansado del reproche de su hijo, Oropher perdió los estribos y le clavó tal bofetada que quedó medio moribundo en el suelo. Nunca le había puesto una mano encima, pero la situación se volvió tan tensa que la única forma que encontró de arrancar a su hijo del ensangrentado cadáver fue zurrarlo en la cara. Oropher, afectado e iracundo, cargó a Thranduil en su espalda y caminó lejos de un Doriath en llamas, resistiendo a duras penas todas las patadas y golpes que recibía por parte de su hijo.
Esa guerra no solo le arrebató su mujer, un bebé no nato y un hogar, sino también el amor de un hijo y su propia dignidad. Porque Oropher nunca más volvió a ser feliz y Thranduil tuvo que criarse en un ambiente enervante, airado y saturado de aversión que lo marcó por el resto de su vida.
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𝐂𝐀𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐋𝐀𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒
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XIX
LA IRA DE OROPHERNadie le ve las cicatrices
pero el elfo sabe dónde se hallan
Aún duelen como las profundas heridas
que le marcaron a su difunta mujerUn hijo que levantar y un enemigo que derrotar
no son suficientes para ganar
Tanto fuego y tanta codicia
le rajaron el juicio y lo convirtieron en una persona amargaOjalá haberlo conocido...
Ojalá haberlo prevenido...
Ojalá siguiera siendo feliz
Ojalá su hogar siguiera estando aquí
...▔▔▔
XIX
LA IRA DE OROPHERIngen ser arrene
men alven vet hvor de er
De gjør fortsatt vondt som dype sår
som markerte hans avdøde koneEn sønn å oppdra og en fiende å beseire
er ikke nok til å vinne
Så mye ild og så mye grådighet
de splittet dommen hans og gjorde ham til en bitter personJeg skulle ønske jeg møtte ham ...
Jeg skulle ønske jeg hadde forhindret det ...
Jeg skulle ønske jeg fortsatt var lykkelig
Jeg skulle ønske hjemmet ditt fortsatt var her━━━━━━✧❂✧━━━━━━
GLOSARIOLá: No
Nana: Mamá (Mama)
Ada: Papá (Papa)
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𝐂𝐀𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐋𝐀𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒━━𝖱𝖾𝗅𝖺𝗍𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝖤𝖲𝖣𝖫𝖠
Fanfiction❝𝐋𝐚𝐬 𝐚𝐠𝐮𝐚𝐬 𝐣𝐚𝐦𝐚́𝐬 𝐥𝐮𝐜𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐧 𝐛𝐞𝐫𝐦𝐞𝐣𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐧̃𝐨𝐬. 𝐅𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐬𝐨 𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚�...