𝗟𝗔 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗜𝗘𝗡𝗗𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗛𝗜𝗝𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗪𝗛𝗥𝗔̊𝗧𝗧
Striden om sønnene til Whrått
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SØKÐULLA, FORODWAITH, 403 P.E
Llevaban horas y horas peleando. Tantas, que los demás àkastørr ya habían perdido la cuenta. Beorn I, salpicado con la sangre de su hermano, rasguñado y con el peroné sobresalido, fijaba la mirada al mayor. Drisorn, por otro lado, a duras penas podía mantenerse a cuatro patas, pues su cuerpo destacaba enormes moretones, cortes profundos en carne viva y un buen rastro de tajos por la cara. Los dos osos regresaron al ataque, balanceándose uno encima del otro para ver cuál le arrancaba la yugular al otro primero. Gruñían como salvajes y los demás solo contemplaban el que tenía más posibilidades de ganar, aunque la realidad es que los hijos de Whrått estaban a punto de sucumbir.
—¡Shkoll! —clamó Drisorn desde una punta del campo, regresando a su forma humana—. ¡Nos matarás a todos!
—¡Ül! ¡Tú lo harás! —replicó el contrincante tras escupir un chorro de sangre por la boca—. ¡Te estás entregando al enemigo, krè! ¡Ellos son los culpables del fin de nuestra raza!
—¡Lirshir ån xurr nèk ashgarrðik karckf! ¡No solucionarás nada acabando con ellos: solo conseguirás la ira de Mea! Niños, mujeres, ancianos, jóvenes... ¡Krámea no nos creó para asesinar a los hombres, sino para que aprendieran de nosotros!
—¡Y sin embargo, nos desdeñan! ¡Krámea sabe bien que los hombres jamás llegarán a un acuerdo con nosotros! Saquean nuestros pueblos y hacen abrigos con nuestras pieles. ¡Nos cazan y nos liquidan! Estás ciego por la ignorancia... ¡Si no actuamos ahora, nos abrirán en canal! ¿Acaso has olvidado lo que le hicieron a Talla, nuestra hermana?
Recordar aquello solo hizo que Drisorn se enfureciera mucho más.
—¡A ella no la menciones, ghróthark! ¿Cómo osas insultar su memoria para ir en mi contra? ¡Quedamos pocos, sån, y si inicias una guerra solo conseguirás borrarnos del mapa!
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𝐂𝐀𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐋𝐀𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒━━𝖱𝖾𝗅𝖺𝗍𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝖤𝖲𝖣𝖫𝖠
Fanfiction❝𝐋𝐚𝐬 𝐚𝐠𝐮𝐚𝐬 𝐣𝐚𝐦𝐚́𝐬 𝐥𝐮𝐜𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐭𝐚𝐧 𝐛𝐞𝐫𝐦𝐞𝐣𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐧̃𝐨𝐬. 𝐅𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐬𝐨 𝐚 𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚�...