El error.
Días después.
Caleb
—¿Te callas y me escuchas? —Scarlett resopló y se sentó al frente de mí— Tenemos que hacer lo que te dije.
—Claro, —ella sonrió— Tú estás dolido porque Jason te dió una paliza como regalo adelantado de navidad, ¿O no? —me levanté de mi cama y puse una de mis manos en su cuello, haciéndola quedar acostada mirando al techo y yo encima de ella.
—Repítelo, —hablé cerca de su boca, ella simplemente se quedó callada. La solté y me levanté para dar vueltas por mi habitación—. Tú me ayudarás.
—¿De qué hablas?
Sonreí.— Te follarás a Jason.
—¿Qué? —respondió de inmediato— hace un mes que ni siquiera nos besamos, ¿Y me pides que coja con él?
—Sí, —me detuve— ¿O acaso eres tan poca mujer que no lograrás que se ponga duro? —sus ojos me fulminaron y yo, simplemente me reí.
—¿Y para qué quieres que lo haga?
—Para que te Atenea te vea.
—¿Qué? —ella se levantó de la cama— No entiendo nada, Caleb. ¿Qué tienen que ver ellos dos?
—Éso no es algo que te incumba.
—Sí lo es, me estás pidiendo que te ayude, lo mínimo que puedes hacer es contarme.
Rodé los ojos. —Cállate, —ella suspiró— no sé de qué forma lo harás, pero tienes que follar en su habitación, ya de lo demás me encargaré yo.
—Está bien, supongo.
Sonreí de oreja a oreja. Ay querido amigo, no sabes en la que te has metido. O bueno, creo que en éste caso provocaré más lágrimas en Atenea, pero si ella sufre, Jason también estará mal.
Será como matar dos pájaros de un sólo tiro.
Jason Weller.
—Faltan sólo tres día para noche buena, queridos —habló mi tío en la mesa mientras comíamos— y como todos los años, vendrá la familia.
Por un segundo lo había olvidado, como en todas las familias, o quizás la mayoría, en celebración por navidad hay que reunirse en casa, cenar todos juntos, beber champán o como es el caso de mis parientes, nada de alcohol. Hablar de cosas que han pasado en el año y así, no es nada nuevo ni alarmante.
Pues, sí, así de aburrida es ésta familia.
Día siguiente.
Cogí mi teléfono que sonaba sobre mi mesita de noche llena de cenizas de cigarro. Son mensajes de Scarlett, y qué sorpresa, hace mucho que no nos escribíamos ni hablábamos.