Con su simple toque genera electricidad en mi cuerpo.
Estemos peleados, enojados o aunque la hayamos cagado, siempre provocará las mismas sensaciones en cada fibra de mi cuerpo. Porque él tiene ese poder, es el único que puede.
No quiero que lo nuestro se vuelva un ciclo tóxico, porque a la vez que empieza no acaba. Lo último que deseo es que nos hagamos daño una y otra vez porque éso nos irá destruyendo.
—¿Por qué siempre desconfías de mí? —soltó.— Me duele ¿Sabes? Estoy intentado dar lo mejor de mí y me jode que no lo veas —continuó.— Entiendo tu punto, porque yo también me convierto en un celoso si se trata de ti, pero... no habían motivos para que creyeras que yo te estaba siendo infiel ¿Tan poca fé me tienes, Atenea?
—No es éso Jason —pausé para limpiar las lágrimas que hace minutos corrían por mis mejillas.— Yo... quizás no he sanado todavía por completo, pero lo haré, te lo prometo.
—Y en lo que lo logras ¿yo tengo que aguantar cosas como ésas? ¿Te parece justo?
—Claro que no... yo solo —pausé—. Es normal que desconfíe Jason, hemos pasado por muchas cosas.
—Vale —rió con ironía.— Gracias por decirme indirectamente que seguirás desconfiando de mí.
—No he dicho éso —ni siquiera me dejó terminar.
—Buenas noches —zanjó— Dormiré en la sala y, para que ambos estemos tranquilos, no vayas. Quiero estar solo —sin decir nada más se fué dejándome sola en la habitación.
Oh, genial. En vez de arreglarlo todo, lo empeoro inconscientemente, merezco un premio como la idiota del año.
Recosté mi cabeza en la almohada en busca del sueño, pero mis ojos se cierran de forma pesada y mi mente está maquinando ideas que no permiten que me relaje. Lo necesito, aquí conmigo en la habitación porque mañana regresamos a casa y quiero tenerlo a mi lado.
Pero no lo buscaré, me pidió espacio y no soy quién para invadirlo cuando él me quiere lejos.
Al amanecer.
Bostecé y abrí los ojos. En mi celular miré la hora, son las 10:45 a.m, por lo tanto debo ir organizando mis cosas en la mochila. Éste lugar está un poco lejos de nuestro pueblo, así que debemos irnos temprano porque si tardamos nos tomará la noche y puede ser peligroso.
Fuí al baño e hice mis necesidades básicas, no tengo apetito. Mi estómago no ruge del hambre como casi siempre a ésta hora, sino todo lo contrario, está vacío y conforme.
Me vestí con algo cómodo y abrigado, estamos a inicios de diciembre del 2021 y, en Tennessee, éstas épocas son muy friolentas.
Además, mañana tengo que ir a la Universidad ya que terminarán las semanas de vacaciones.