Chapter Three 3🖤

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Llegué a mi casa, comí algo, me duché y me senté en el salón con Zack mis pies, comiendo helado de Nutella y viendo Stranger Things me quedé dormida en el sofá.

Flashback

Estaba en la cafetería trabajando, mi espalda me estaba matando, necesitaba llegar al piso en donde vivía, el cual compartía con cinco chicos y tres chicas, no nos llevábamos bien, prácticamente no nos veíamos nunca yo solo iba a ducharme y a dormir en una cama que tenía en el salón, el piso era muy pequeño pero era barato y mejor eso que la calle, dos de los chicos eran drogadictos y las tres chicas eran prostitutas, yo era la única más o menos decente.

Mi jefe me llamó a su oficina en cuanto acabó mi turno.

- Debbie, quería hablarte sobre ti- me tensé de inmediato porque sabía lo que me iba a decir- sé que trataste de aplazar esto todo lo que pudiste y yo también, pero ya no podemos seguir haciéndolo, no puedes seguir trabajando, ya tienes 9 meses de embarazo y en cualquier momento darás a luz, no puedo arriesgarme ni arriesgarte a que tengas un accidente, tienes que cuidarte, sé que estás sola en el mundo, y sé en las condiciones en las que vives, pero sabes que todo eso puede cambiar si te casas conmigo, yo puedo hacerme cargo de ti y de tu hijo, solo tienes que decirme que si, sabes que llevo mucho tiempo enamorado de ti, yo puedo cuidarte- me dijo.

- Ya hablamos de esto Tomás, tengo 15 años, estoy a punto de tener un hijo, soy pobre, no tengo familia ni casa ni dinero, pero eso no quiere decir que seré una prostituta y me venderé ni a mi ni a mi hijo, tú te mereces una mujer que te quiera y te dé tus propios hijos, y yo no puedo darte eso, lo siento, no te preocupes por mi, me iré pero saldré adelante por mi y por mi hijo, gracias por todo y adiós- le dije.

Después de esto me levanté y me fui a un parque que había cerca de ahí. Acaricié mi enorme barriga ya de 9 meses. En cualquier momento daré a luz y me preocupa enormemente que haré, no tengo trabajo y estoy segura que con un niño en el piso no me dejaran tenerlo por si llora y molesta, no sé que hacer, pero no me rendiré.

- Deborah, ¿eres tú?- me dijo una voz que conocía perfectamente y hacia 9 meses que no oía.

Me di la vuelta y allí estaban los dos, mis padres me miraban con tristeza, me levanté y en cuanto vieron mi barriga hicieron una mueca de asco.

- No abortaste, apuesto a que ni siquiera sabes quién es el padre, eres una puta, y te quedarás sola, porque nadie va a quererte con un hijo, desgraciada, me decepcionas, eres una vergüenza para nosotros olvídate que existimos porque eso hicimos nosotros, nos da asco pensar que alguna vez fuiste parte de nuestras vidas, nos arrepentimos de haberte tenido, eres una aberración. No queremos saber nada de ti. - dijo mi padre con rabia y repulsión.

Las lágrimas caían descontroladamente por mi rostro. De pronto sentí que algo mojaba mis pantalones y cuando me di cuánta sabía que sucedía, rompí fuente y estaba a punto de dar a luz.

Fin del flashback

Me desperté agitada por la pesadilla que había tenido aunque sabía que había sido un recuerdo, muy doloroso pero desgraciadamente real. Mi rostro estaba bañado en lágrimas.

Aún estaba en el sofá, vi la hora en el reloj de pared del salón, las 3:40 a.m. Decidí subir a mi habitación a darme una ducha, ya que estaba sudada y mi ropa se pegaba a mi cuerpo.

Bajo el agua decidí dar rienda suelta a mi sufrimiento, lloré como hacía mucho no lo hacía, mire el tatuaje de mi cintura lo acaricié y las lágrimas volvieron a salir.

Cuando me calmé salí del baño envuelta en una toalla, mi perro ya estaba dormido en mi cama, me puse unas bragas y una camisa ancha que me llegaba dos palmos por debajo de mi trasero.

Ángeles Del RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora