Chapter Six 6🖤

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Estabamos en el auto camino a la escuela.

- Oye Maddie, ¿ya fuiste al ginecólogo? - le pregunté.

- La verdad no, pero tengo que hacerlo pronto - me dijo.

- Si quieres podemos ir hoy, yo te puedo acompañar, si quieres claro - dije.

- Me parece muy bien, la verdad es que me encantaría tenerte allí conmigo - me respondió con una sonrisa.

Llegamos a la escuela y estábamos con 15 minutos de retraso, corrimos por los pasillos vacíos y nos detuvimos frente a la puerta de nuestra clase, que casualmente compartía con Maddie.

Entré al salón sin llamar y Maddie me siguió.

- Buenos días, se nos hizo un poco tarde, tuvimos un problema, ¿ podemos pasar? - pregunté.

- Está bien, pero que no se repita, ¿se pueden presentar? - me dijo la profesora.

Sentí una mirada taladrarme el alma, me volteé mientras Maddie contestaba a la profesora, Dylan me veía de arriba a abajo sin ningún disimulo, se mordía el labio y me guiñó un ojo, yo hice una mueca de asco.

- ¿Y usted? - me preguntó la pesada de la profesora.

- Mi nombre es Deborah Miller - respondí sin apartar la vista de esos ojos verdes.

- Pueden tomar asiento frente al señor Becker - me dijo señalando los asientos delante de Dylan ya que eran los únicos desocupados.

Nos sentamos, hacía un calor del demonio, por lo que me quité mi chaqueta y la puse en el respaldo de la silla.

- Debbie, ¿iremos de compras hoy? - me preguntó Maddie en un susurro.

- Si, después de la consulta, necesitas ropa y yo ropa interior negra, solo me queda blanca y de otros colores, y a mí no me gusta la ropa interior de otro color que no sea negro o blanco - le respondí.

- Claro, conozco una tienda de lencería muy buena - me dijo.

- Vale, me tienes que acompañar - contesté.

- Si quieres te puedo acompañar yo - dijo Dylan desde atrás dando a entender que nos había escuchado - No hay nada que me guste más que  acompañarte a comprar ropa interior.

- Vale, no hay problema, te espero a las 6 en el centro comercial - le respondí, Madd me miró atónita y yo le guiñe un ojo.

- ¿Es enserio? - respondió Dylan sin creerlo.

- Por supuesto que no imbécil, como se te ocurre, yo contigo no voy ni a misa - le respondí.

Él me iba a contestar algo, pero en ese momento sonó el timbre y yo salí disparada con Maddie del brazo.

Entramos en la cafetería y cada una cogió una hamburguesa, patatas fritas, coca-cola y una manzana, nos sentamos en la "mesa de Dylan y sus amigos".

Comíamos recordando la guerra de almohadas de esta mañana y yo lamentando no haberle sacado una foto luego de que despertara, estábamos muertas de risa cuando nos interrumpió un chico alto, rubio delgado y de ojos café, no era muy guapo pero tampoco era feo.

- Maddie, ¿podemos hablar? - dijo el chico, yo miré a Madd y ella me miraba un poco incómoda.

- No tengo nada que hablar contigo Richard - con que Richard, ese es el exnovio de Madd, el que la embarazó y cuando ella le dijo salió huyendo el muy cobarde.

- Pues mira no me importa si no quieres oír yo te voy a hablar y me da igual que no estemos solos - dijo señalándome a mi - tienes que abortar - ¿Qué coño? - no puedes tener ese hijo porque yo no lo quiero y tú sola no podrás hacerte cargo de él, lo mejor para todos será que abortes y así todos tranquilos, si quieres yo estoy dispuesto a pagar la interrupción.

Ángeles Del RingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora